Supervisión en cuarentena y una vuelta a Freud
ANALISTAS ESENCIALES EN LA CIUDAD- EOL, Sección La Plata, 4 de diciembre 2020
Por María del Pedro
Agradezco a Laura Arroyo la invitación a pensar y a escribir sobre nuestra práctica en Instituciones, en el contexto de pandemia que atravesamos. En mi caso, hace más de veinte años que trabajo en el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil (Organismo de Niñez y adolescencia de la Provincia de Bs. As.) y hace muchos años ya que presenté un proyecto de supervisión y control de la práctica ofreciendo, en principio, a lxs psicólogxs que llevan adelante la atención clínica de los jóvenes, la posibilidad de contar con el espacio en función de la complejidad de la problemática y de las dificultades particulares que se presentan para el sostenimiento de tratamientos en las instituciones en que dichos jóvenes suelen estar detenidos; tratamientos, por otro lado, tan necesarios en la búsqueda de las causales subjetivas del delito: “se trata de lograr el alojamiento subjetivo a partir del cual se procurará inscribir el hecho delictivo en cada caso en particular”. Se decía allí “de no haber quien escuche, aloje e interprete, es difícil confiar en que la condena cumpla alguna función más allá del castigo. Si no se apunta a la implicación de un sujeto respecto de su falta, se corre el riesgo de que sanción y acto permanezcan desanudados. En tal caso, aquellas determinaciones en las que hubiésemos podido intervenir, conservarán toda su fuerza eficaz, dejando al sujeto condenado a la repetición”.(1)