ANTESALA

Ariel Hernández*

Por primera vez se realiza un lanzamiento del Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana (ENAPOL) en forma simultánea en las Escuelas de América, en sus sedes y en los Institutos del Campo Freudiano.

Posición analizante

Marisol Gutierrez

El psicoanálisis cambia, la época también. En los tiempos que corren, en la época del Otro que no existe, de los efectos de masa, del yo que se pretende amo de sí mismo, que se cree autodeterminado -lo que permite a cada uno autorizarse de sus dichos y en su cuerpo sin mediación del Otro-, de las múltiples ofertas del mercado de la mano de los progresos de la ciencia, en estos tiempos de sujetos desorientados que encuentran objetos tapón como espejitos de colores, sostener la función de analista es una apuesta.

Faros locales

Lucas Manuele

Agradezco al Directorio de la EOL Sección La Plata y a Ariel Hernández, responsable en La Plata del próximo ENAPOL (Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana), por invitarme a transmitir, en mi calidad de integrante de la Comisión de Bibliografía del XI ENAPOL, algunos recursos bibliográficos que, en las publicaciones locales, conversan con los ejes temáticos propuestos en el argumento del próximo Encuentro Americano.

Anatomía del odioamoramiento

NOCHE PREPARATORIA HACIA EL IX ENAPOL: ODIO, CÓLERA, INDIGNACIÓN: DESAFÍOS PARA EL PSICOANÁLISIS – EOL Sección La Plata, 20 de marzo de 2019

Gerardo Arenas

Un 20 de marzo, igual que hoy, Lacan presenta ante la audiencia de su seminario un neologismo acuñado por él, hainamoration (odioamoramiento), con el fin de remplazar el bastardo término ambivalencia, de alcance apenas mayor que el de esa perogrullada consistente en decir que no hay amor sin odio. Además, y sobre todo, lo introduce para poner el odio en su lugar, según dice.

El arca de no él

NOCHE PREPARATORIA HACIA EL IX ENAPOL: ODIO, CÓLERA, INDIGNACIÓN: DESAFÍOS PARA EL PSICOANÁLISIS – EOL Sección La Plata, 20 de marzo de 2019

Belén Zubillaga

Agradezco a Rosana la invitación a participar de esta mesa junto a Mariana y Gerardo, en ocasión del noveno Enapol. A partir del rastreo, diría que desde el 2003 -ocasión en que se realizó el primer Encuentro Americano del Campo Freudiano-, se estableció una serie: los usos del psicoanálisis, pasando por los resultados terapéuticos (y la transferencia), la variedad de la práctica, la clínica analítica, la locura de cada uno, hasta hablar con el cuerpo, que supongo se detuvo en el año 2013 con la irrupción de las imágenes. El imperio de las imágenes, luego los asuntos de familia y ahora odio, cólera e indignación.

Podemos notar cierto desplazamiento de los temas puramente psicoanalíticos y la elección de temas de impacto social, siendo -los primeros- los Congresos de la AMP los que los retoman. Entiendo que ese desplazamiento no debe sugestionarnos, ni volvernos más sociólogos que analistas.

Fuera de sí

TERCERA NOCHE PREPARATORIA RUMBO AL IX ENAPOL: ROPAJES DE LA CÓLERA EN EL LAZO SOCIAL – EOL Sección La Plata, 17 de julio de 2019

Cecilia Fasano

“Vi gente inflamadas en ira,

con piedras matar a un jovencito

unidos en un solo y fuerte grito: ¡Mátalo, mátalo, mátalo!”

Dante Alighieri, La Divina comedia Tercera Grada (La Ira)

La propuesta del Encuentro Americano de este año -investigar las pasiones- reinstala en la agenda lacaniana el tema de los afectos, un tema históricamente problemático para el psicoanálisis. Cuando Lacan reorienta el afecto hacia la ética de las pasiones, recurre a los aportes clásicos provenientes de Aristóteles, Descartes, Santo Tomas, Spinoza y propone una lectura en el campo de la clínica que no conduzca ni a psicologizarlas, ni a reducirlas al cuerpo.

Tiempo de furias

Tiempo de furias

TERCERA NOCHE PREPARATORIA RUMBO AL IX ENAPOL: ROPAJES DE LA CÓLERA EN EL LAZO SOCIAL – EOL Sección La Plata, 17 de julio de 2019

Esteban Rodríguez Alzueta

Odio, indignación y cólera. Una palabra lleva a la otra como en un juego de espejos. Podría haber puesto otras en su lugar, por ejemplo, el resentimiento, la estigmatización y la ira; o bien al rencor, la irritación y la represalia, palabras estas últimas que, dicho sea de paso, son las que escogió Esquilo en Las Euménides para explorar la cólera de las furias. Son más o menos las mismas que elegí también para vertebrar el libro Vecinocracia: vecinitas, hostis y tumultus, es decir, la irreflexividad apasionada, la degradación moral y la difamación expulsiva. Detrás de cada una de estas categorías se perfila una figura arquetípica, a saber: el idiota, la víctima y el vengador. Se trata de conceptos encadenados, eslabones de una misma serie, palabras que vienen en cadena, que producen una suerte de efecto dominó.

De qué hablamos cuando hablamos de familia

VIII ENAPOL, ASUNTOS DE FAMILIA, SUS ENREDOS EN LA PRÁCTICA –Buenos Aires, 13 y 14 de septiembre de 2017

Gisèle Ringuelet

El concepto de familia no posee un significado unívoco ni en la historia ni en cómo cada quién la imagina. A fines del siglo XVIII y principios del XIX, las mujeres y los niños van tomando un lugar y una función hasta ese momento desconocidos. La niñez va ocupando un lugar preponderante en los escritos médicos y serán las madres quienes instrumentarán el saber de éstos, propiciando así el cuidado alimenticio, corporal y educativo en la infancia.