Un más allá del control

A cielo abierto. Segunda noche de carteles. 14 de julio

Maricruz Palacios

La lógica de la cura y la construcción del caso fueron los temas que pusieron en marcha el cartel y la transferencia de trabajo junto al más Uno. Mi rasgo, la precipitación del síntoma analítico fue transformándose con el correr de los encuentros.
El próximo ENAPOL, “Empezar a analizarse” en una de sus vías de orientación apunta a la relación del practicante con el psicoanálisis más allá de los inicios de su práctica, de la época y de las presentaciones actuales. Cito a J.- A. Miller en El banquete de los analistas: “¿cómo estar en regla con sus analizantes sin aclarar sus relaciones con el psicoanálisis mismo? […] He aquí lo que marca los límites del tacto que implica el psicoanálisis como práctica, y que se transmite por el control, el cual no tiene ningún valor si se limita a pautar las relaciones del analista aprendiz – en la posición de aprendiz–con sus pacientes. El control no vale nada si no apunta más allá, esto es, a sus relaciones con el psicoanálisis”.(1)
Este punto interrogó mi trabajo en el cartel: ¿cuál es ese “más allá” de la experiencia del control? ¿Qué lugar para esta práctica en mi formación como practicante?
En el “Acto de fundación”, Lacan señala al control como un compromiso del analista en formación.(2) Es en dicha experiencia donde la corrección del deseo del analista queda abierta.(3) Se trata de verificar si el practicante está bien posicionado para llevar adelante su acto.
Podrían enumerarse distintas versiones del control según lo que lleva al practicante a recurrir al mismo: control del caso, control del acto analítico, control frente a dudas diagnósticas, control en relación a la transferencia, etc.
Más que reflexionar acerca de los motivos que pueden llevar a un practicante a controlar propongo pensar efectos de esta experiencia a partir de su práctica regular y sistemática enlazada al análisis personal.
Dos momentos de mi control: el primero, correspondiente a mis controles esporádicos. Llevaba el caso del paciente en detalle, con frases anotadas y fechas, para así presentarlo y quedar a la espera de esa “súper- visión”, de ese saber que me faltaba y que vendría del controlador. Salía aliviada, sí, pero también angustiada siendo dichos controles un tema recurrente en mi análisis. Solo a partir de una intervención de mi analista que apuntó directamente a mi posición de objeto y al lugar que yo daba al controlador pude comenzar a aparecer como sujeto en la práctica y a tomar la palabra, encontrando en el control mi propio decir.
Segundo momento correspondiente a mis controles sistemáticos. Llevaba casos donde repetidamente aparecían la urgencia y mi dificultad para maniobrar con ella, así como también cuestiones en relación a intervenciones fuera de tiempo.
Frente a una de estas presentaciones, luego de exponer el material de las primeras entrevistas del paciente y plantear mis dudas sobre el caso, aclaro al analista de control que quizás mis preocupaciones necesiten de tiempo y solo se trate de mi apuro. El analista asiente y recorta: “¡Eso! tu a-puro” finalizando así el control.
Esta intervención permitió aislar un significante de “mi caso” tocando el cuerpo y produciendo efectos no solo de formación sino también en mi propio análisis, interrogándome acerca de la temporalidad, mi temporalidad.
Para Gabriela Medín la formación del analista se produce en las idas y vueltas del análisis al control: “Entiendo que el deseo de análisis y control de la práctica mantienen una estrecha relación de topología moebiana, articulándose en los distintos momentos de la formación del analista”.(4)
La práctica del control se vuelve entonces el lugar privilegiado donde no solo se busca construir la lógica del caso que se dirige, sino, sobre todo, el lugar donde cada practicante construye su propio caso.

Notas

(1) Miller, J-A., (1989-1990) El banquete de los analistas, Buenos Aires, Paidós, 2000, p.10.
(2) Lacan, J., “Acto de Fundación”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 247-259.
(3) Ibíd, p. 284.
(4) Medín, G., “El control de la práctica y el deseo del analista”, Dossier blog AMP, Vol.2, diciembre 2019. http://www.uqbarwapol.com/wp-content/uploads/2019/12/Dossier_Blog_AMP_n02.pdf