Un decir a cielo abierto. Noche de Carteles

A cielo abierto. Segunda noche de carteles. 14 de julio

Adriana Fanjul

Buenas noches a todos. En primer lugar, agradezco la invitación a participar de esta mesa, principalmente al Directorio de la Sección: Marisol, Mariana, Cecilia y, fundamentalmente, a María Adela –responsable de la Secretaría– y a todo el equipo que la acompaña.
Como le transmití a María Adela cuando me trasladó la invitación, tengo un gusto especial por estas noches, no solo por haber pasado por la Secretaría de Carteles sino porque de algún modo mi lazo con la Escuela y la Sección se toma forma a partir del Cartel, no del mismo, sino de diferentes y con muchos años entre uno y otro.

A Cielo abierto
Esta expresión coloquial –que da nombre a la noche de hoy– en la enseñanza de Lacan revela todo su potencial al ser referida tanto a la psicosis como al cartel. Recordarán estas referencias, la primera de El Seminario, Libro 3, “El inconsciente a cielo abierto” (1), y la segunda de “Decolage…”, “poner a cielo abierto, tanto los resultados como las crisis del trabajo” (2), referencias que se entrecruzaron cuando recibo la invitación, en la que me aclaran no es para hablar del dispositivo del cartel sino de su cocina, del trabajo que allí acontece y que en el mejor de los casos deviene producto.
Intentaré transmitirles algunas de las líneas que comencé a trazar en un cartel que iniciamos el año anterior, anticipo que no es el producto del cartel, sino la delimitación del rasgo.
Lo presento, el Cartel: Versiones del no-todo, Rasgo: Un decir no-todo; Más-uno: Alicia Yacoy; Cartelizantes: Viviana Bega, Ana Clara Filhol, Paula Ferder, Valeria Casali, Marcela Más, Solana González y quien les habla.

El inconsciente…
Comienzo con un fallido en el nombre del cartel, como les dije el cartel se llama “Versiones” del no-todo, durante meses lo llamé “Variaciones” del no-todo, fallido que me interrogó y cuya sustitución localiza –de alguna manera–lo que me propuse trabajar.
Parto de la premisa que la experiencia analítica incide en el decir, lo transforma. La orientación por lo real crea las condiciones para que se constituya un nuevo decir, un decir más próximo a lo real que consienta al no-todo.
Entonces, sí por variación entendemos el cambio que hace que algo sea diferente, pienso esa variación ligada más al decir que al no-todo, como una modificación en cuanto a su presentación en la clínica que implique un pasaje de un decir regido por el sentido a un decir no-todo producido, cernido en el análisis.
Pero si tomo el título “Versiones” y entiendo este significante como las diferentes modalidades para hacer o referir un mismo hecho, el hincapié estaría puesto en el no-todo e intentaría aprehender las diferentes modalizaciones en que el no-todo se manifiesta en la clínica.
Si bien son temas diferentes, incluso en algunos puntos opuestos; encuentro cierto entrecruzamiento (por no decir, enredo) que me propuse despejar en el curso del cartel.

No sin otros… carteles y duplas
El cartel más que otros dispositivos de Escuela permiten dar cuenta que el saber que allí se obtiene es el producto de una elaboración colectiva, un saber más propio resultante de un trabajo que no es sin otros y sin Escuela. Invitada a hablar de la cocina del cartel, no puedo dejar de mencionar que esa condición estuvo presente desde el inicio. Tanto su formación, como la elección del tema, del Más-uno y la delimitación del rasgo fue el resultado de una combinatoria bastante heterogénea no solo de carteles anteriores sino de otros espacios en los que había participado (duplas de ENAPOL y jornadas). Algo de lo que allí decantó insiste y toma la forma del cartel que aloja un rasgo.

El rasgo
Una referencia de Lacan acerca del pudor, en torno a la diferencia radical del sexo –antecedente del no hay relación sexual– me orientó hacia el decir “en” el análisis y la transformación que allí acontece, que no es sin la localización de un indecible. Referencia que trabaja tanto en el “Seminario 12” (3) como en el “Seminario 21” (4) desde una axiomática diferente. El pudor, “refugio que guarda y custodia el secreto del sexo” (“Seminario 12”) o “única virtud ante el no hay relación sexual” (“Seminario 21”), no se confunde con la vergüenza fantasmática, secundaria y defensiva; por el contrario, tal como lo plantea en el año ’65 el pudor se revela original, vela y señala el “vacío central” (5) constituyente del orden subjetivo y del trayecto analítico mismo. Pudor que vela el punto de horror ante la inexistencia de la relación sexual, una suerte de borde entre lo decible y lo indecible, ya no del orden fantasmático sino de una invención en el decir. “Llegar con el decir hasta lo que lo fundamenta,… hasta el eso era. Hasta el punto donde situar lo que no entra en el saber” (6), un decir nuevo, no-todo, un decir pudoroso (7).
Por otra parte, siguiendo una orientación de Marie Heléne Brousse (8), es posible desprender de las palabras de los analizantes los modos diversos en que el no-todo se presenta en la clínica, no solo al final. Lo inexpresable del goce se cuela en términos que se repiten en la clínica como oculto, prohibido, anónimo, silencioso, un goce por fuera del sentido, pero no fuera del cuerpo. Hablar nos confronta con aquello que no se puede decir, con lo que escapa al decir o no se sabe que se dice, malentendido estructural que sella el impacto de las palabras en el cuerpo. Marcas que serán texto de un análisis.

“El secretum estaba anudado a significantes familiares, tomado en las redes de la historia. Y los significantes pueden ocultarles o mostrarles. Entre los dos, hay los blancos, los intervalos, las cesuras, los puntos suspensivos, los agujeros… Hay lo oculto y hay el agujero”, Bonnaud, H. (9)

Notas:
(1) Lacan, J.: El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Buenos Aires, 2009, pág. 89.
(2) Lacan, J.: “Decolaje o despegue de la Escuela”, Asociación Mundial de Psicoanálisis,
https://www.wapol.org/es/las_escuelas/TemplateArticulo.asp?intTipoPagina=4&intEdicion=1&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=159&intIdiomaArticulo=1&intPublicacion=10
(3) Lacan, J.: “Seminario 12: Problemas cruciales del psicoanálisis”, Clase 19/5/1965, inédito.
(4) Lacan, J.: “Seminario 21: Les non dupes errent”, 1974, inédito.
(5) Stiglitz, G.: “Una cita con el pudor”, Revista Lacaniana n° 22, Grama, Buenos Aires, 2017, pág. 120.
(6) Tarrab, M.: “Del cartel se puede obtener un camello”, Más uno. Psicoanálisis y lógicas colectivas nº3, EOL, Buenos Aires, 1998, pág. 153.
(7) Decir construido en análisis que no escapa a la mixtura entre simbólico y real, que podríamos localizar en los S1 aislados al final del análisis, S1 solo fuera del sentido, pero no fuera de discurso. Podríamos pensar a modo de ejemplo “Cimino” de Kuky Mildiner, “la roncadera” de Angélica Marchessini, “el calzador sin medida” de Leonardo Gorostiza. Nombres de lo que no tiene nombre.
(8) Bousse, M.-H.: “En torno al vacío, un modo de gozar femenino”, Lo femenino, Tres haches, Buenos Aires, 2020.
(9) Bonnaud, H.: “Del goce del secreto al pase”, Freudiana N°66, Barcelona, 2012.