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ANALISTAS ESENCIALES EN LA CIUDAD- EOL, Sección La Plata, 29 de noviembre 2020

Por Mariana Isasi

Una perspectiva del paisaje institucional en pandemia, se puede resumir en la siguiente observación: esos dos que nunca se hubieran asumido como pareja, finalmente se encontraron en evidente comunión. Me refiero al Amo y al Otro barrado. Hace casi 20 años, Eric Laurent(1) señalaba que el analista ciudadano desea autoridades, significantes amos útiles para luchar contra la pulsión de muerte. Eso, a condición de que el desconcierto o extravío sean lo menos sensibles que se pueda al registro ciudadano.

En el hospital, en poco tiempo, una serie de protocolos de procedimiento fueron descartados o  reformulados al ritmo de los golpes de timón en las decisiones. La urgencia se generalizó y al mismo tiempo se especializó en un blanco único: covid 19. Aquella expresión latina que Freud usó para referirse a los hombres que se han reconciliado con la muerte “Navegar es preciso, vivir no lo es” (2), podría parafrasearse así en estos tiempos: “salvar del covid es preciso, del resto no lo es”.

Inspiro este recorte en la clínica de la angustia del practicante de medicina. Ese, que vio chocar el universal anti covid con los principios que elevan la vida al rango de bien supremo. Por ejemplo, en el no llegar a tiempo para realizar maniobras de RCP y salvar de una muerte por infarto, debido a que colocar correctamente el traje anti covid lleva los minutos que lleva.

Cómo no recordar la ironía de Lacan (3) al imaginar la “angustia del científico” ante la posibilidad de que “bacterias resistentes a todo (…) limpiarían de la faz de la tierra todas esas porquerías, en particular humanas, que la habitan. Entonces, (…) una crisis de responsabilidad”. Agrega que, a diferencia de los científicos, los analistas “se confrontan más con lo real (…) Para ello es necesario que estén acorazados contra la angustia”. Cabe dirimir de qué real estamos hablando. Sin duda, para el practicante de la medicina no es costumbre lidiar con este “no saber en lo real”.

Por otro lado, no es seguro que el practicante del Psicoanálisis ande acorazado. Sí es preciso tener lo más presente posible aquello que a cada uno, la experiencia analítica le haya enseñado sobre su relación con el real que le concierne y con la causa que orienta su práctica. Una causa y no un ideal. Trabajar para no ceder nuestra orientación ni el rigor clínico que ella exige, es cuestión diaria.

Para finalizar, queda una vuelta por la reflexión ética que disparó aquel practicante de medicina. Supo como arrancarle a la angustia su certeza y eso tuvo consecuencias en su vida. Una pregunta: ¿qué hubiese ocurrido sin el escenario y el marco que prestó la normativa anti covid? ¿Acaso el deseo y su rasgo extra normativo se hubiesen revelado con tanta claridad? Reintroducir el sujeto en Covidlandia. Nos quedamos con eso.

Notas

(1) Laurent, E.: Ciudades analíticas, Tres Haches, Buenos Aires, 2004, pág. 143.

(2) Freud, S.: “De guerra y de muerte. Temas de actualidad” en Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1995, pág.292.

(3) Lacan, J.: El triunfo de la religión, Paidós, Buenos Aires, 2005, pág. 74 y 76.