Preguntas del Blog – Responde María Laura Errecarte

Maria lauraGrupo de investigación: «La función omnivoyeur de las pantallas»

Hacia el VII ENAPOL: El imperio de las imágenes

 

 

-‑Blog de la Sección: ¿Cuál es la importancia, para los psicoanalistas, de localizar y esclarecer la función omnivoyeur de las pantallas en la época actual? ¿Qué aporte nos brinda para nuestra práctica?

 

 

‑María Laura Errecarte: En principio nos orientamos en la afirmación de Lacan en su Seminario 11: “El mundo es omnivoyeur” (1). Hoy, casi una profecía hecha realidad. En el año 1964, interlocutando con Merleau Ponty, dirá: “solo veo desde un punto pero en mi existencia soy mirado desde todas partes” (2). El énfasis estará dado no en lo visible y lo invisible, sino que especifica la función de la esquizia entre el ojo y la mirada, en la cual se manifiesta la pulsión en el campo escópico. Es la visión la que constituye la relación con las cosas, pero la mirada se desliza, pasa, se transmite para ser siempre elidida.

Merlau Ponty afirmaba que somos seres mirados en el espectáculo del mundo. Lacan sustituye espectáculo por omnivoyeur, siendo ahora el mundo el que detenta la calidad de omnivoyeur, una mirada toda que pareciera ser más un soporte que una manifestación fenoménica. No solo se trata que eso mira, sino que eso muestra. Si bien el mundo es omnivoyeur, no es exhibicionista. Sabemos que es el goce lo que viene a causar lo que se lee como mundo. Apostamos a localizar las coordenadas que lo enmarcan cada vez y para cada sujeto.

Un largo camino hemos andado de la época de la unipantalla a las multipantallas. Ya no se trata de la TV como  la protagonista de la mesa familiar. Hoy convivimos con multipantallas que viajan en nuestros bolsillos y se meten por dentro de las costuras y agujeros del cuerpo fotografiándonos. Varias luces siguen prendidas velando nuestros sueños. Vivimos un sueño de imágenes reflejadas en las pantallas que podrían enceguecernos. No solo miramos esas pantallas sino que ellas nos miran. Hoy el mundo es también exhibicionista. Pareciera que para existir hay que ser visto. Imperativo de tener los ojos bien abiertos. ¿Lo visto, funciona como una garantía fantasmática?

La hipótesis es que son las pantallas las que encarnarían esa función que Lacan le asignara al mundo. Si así fuera: ¿Cuáles serían las consecuencias de que sean las pantallas las que soportan esa función y no ya el mundo? Nos interesa particularmente el impacto que se produce en el cuerpo. La relación entre la escena fantasmática, virtual, y el goce del cuerpo. Nuestra clínica actual está tomada por un cuerpo que intenta ser visible, sin secretos ni enigmas, pero hay una dificultad creciente en el anudamiento corporal.

Gerard Wajcman despliega la incidencia de la ideología sustentada en la tecno-ciencia, la idea que lo real es susceptible de traspasarse, que no hay opacidad: “Todo lo real es visible”. (3) Si no tiene imagen no ha existido. Hay una multiplicación de las prótesis del ojo y un empobrecimiento de la mirada que ya no se oculta. Señala que estamos un poco perdidos en tanto se borra la esquizia entre el campo y el fuera de campo. “El psicoanálisis tendrá la posibilidad de jugar en su dominio siendo que la antedicha división opere, por fuera de su campo”. (4)

Esta distinción es crucial para pensar las presentaciones en nuestra clínica actual, donde lo que tiende a desaparecer es la esquizia entre el ojo y la mirada. Será función del analista hacer que esa división opere. Localizar aquello que el discurso del amo intenta forcluir.

Introducir una hendidura en aquello que el voyeur/exhibicionista pretende soldar. El imaginario se presenta como un punto central de nuestro abordaje. J-A Miller nos propone recurrir a lo imaginario para hacernos una idea de lo real. ¿Cómo nos servimos de lo Imaginario para captar lo real?

En la época del Otro que no existe y el ascenso del objeto a al cenit; ENAPOL nos invita a esclarecer las luces y sombras, brillos y desechos que podrían encarnar las pantallas. Un equipo de trabajo, a la manera de un cartel, está en marcha.

 

Notas:

1-Lacan, J.: El Seminario, libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales, Paidós, Buenos Aires, pág.83.

2- Lacan, J.: El Seminario, libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales, Paidós, Buenos Aires, pág. 80.

3- Wajman, Gerard: El ojo absoluto, .Manantial, Buenos Aires, 2011, pág. 22.

4- Brousse, Marie Heléne, “Entrevista a Gerard Wajman sobre El ojo absoluto”, http://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/006/template.php?file=arts%2Falcances%2FEntrevista-a-Gerard-Wajcman-sobre-El-ojo-a