Posición analizante

Marisol Gutierrez

ANTESALA al lanzamiento simultáneo del ENAPOL. EOL Sección La Plata, 1 de marzo de 2023

El psicoanálisis cambia, la época también. En los tiempos que corren, en la época del Otro que no existe, de los efectos de masa, del yo que se pretende amo de sí mismo, que se cree autodeterminado -lo que permite a cada uno autorizarse de sus dichos y en su cuerpo sin mediación del Otro-, de las múltiples ofertas del mercado de la mano de los progresos de la ciencia, en estos tiempos de sujetos desorientados que encuentran objetos tapón como espejitos de colores, sostener la función de analista es una apuesta.

Cuando alguien consulta, eso nos confronta con la responsabilidad ética que tenemos al recibirlo de alojar su padecimiento subjetivo de un modo diferente que otras propuestas del mercado, para dar lugar al sujeto, al inconsciente, al deseo y al goce en juego, desde el inicio. En cada ocasión tendremos la oportunidad de incidir con nuestro decir para poner en funcionamiento y en valor el discurso analítico.

Elegí tomar un punto del argumento que no habla sólo de los análisis que comienzan, sino que además nos interpela de otro modo: sostenernos en una “posición analizante”, posición que nos concierne más allá de la adquisición de saberes epistémicos. Los saberes están ahí para servirnos de ellos, pero es el propio análisis el que está en el centro de la formación del analista.

La cuarta vía de investigación que propone el argumento se dirige a la relación que cada practicante tiene con el psicoanálisis y hace referencia al título del encuentro como un llamado a los practicantes, ahora con signos de exclamación: “¡Empezar a analizarse! Es una invitación a mantener viva y dar cuenta de la posición analizante que se espera de quienes encarnan el discurso psicoanalítico día a día. Se trata de una propuesta ante ciertos dilemas políticos del psicoanálisis, a la vez que podría orientar la respuesta frente a los impases de la formación, las encrucijadas éticas y los desafíos de la clínica contemporánea.” (1)

Lacan afirmaba que como enseñante estaba en el lugar del analizante, un lugar de trabajo articulado al deseo, avanzando ante su trabajo, como en el análisis no sin su no querer saber nada de eso, es decir, poniendo en juego la relación a su inconsciente: “yo no puedo estar aquí sino en la posición de analizante de mi no quiero saber nada de eso.” (2)

En “Lugar, origen y fin de mi enseñanza” Lacan señala que el fin de su enseñanza, el para qué se hace su enseñanza: “sería hacer psicoanalistas a la altura de esta función que se llama sujeto” (3), lo que tenemos que pensar también con la época, que el psicoanalista esté a la altura de la época.

Tenemos los textos, los saberes, la formación, todo eso está ahí para que nos sirvamos de ello. Del mismo modo, más allá de intentar dar cuenta de cómo se inician los análisis hoy, ENAPOL nos convoca a cada uno, en los lugares que ocupamos, en los hospitales, en los centros de salud, en las escuelas, en la Universidad, en la Escuela, como analistas, como analizantes, en los controles, en los carteles, a sostener una posición analizante.

Notas Bibliográficas:

(1) XI ENAPOL, “Argumento”, https://fapol.org/blog/portfolio-items/xi-enapol-argumento-y-ejes-tematicos/?portfolioCats=64#:~:text=Se%20trata%20de%20una%20propuesta,desaf%C3%ADos%20de%20la%20cl%C3%ADnica%20contempor%C3%A1nea, 2023.

(2) Lacan, J.: El Seminario, libro 20, Aun, Paidós, Buenos Aires, 1981, pág. 9.

(3) Lacan, J.: “Lugar, origen y fin de mi enseñanza”, en Mi enseñanza y otras lecciones, Paidós, Buenos Aires, 2022, pág. 36.