La invención en los confines. Por Mariella Lorenzi

Mariella Lorenzi

La invención en los confines

Me interesa, en esta oportunidad, conversar sobre la “invención”, tanto en el cartel como en el pase. Sabemos, que cuando un cartel se constituye y funciona como tal, hay efectos, con un producto final, hay un escrito. ¿Cómo podemos verificar que hubo allí un efecto de formación, y por lo tanto de invención?, ¿y cómo dar cuenta de que ese escrito es verdaderamente una “elaboración provocada” por el cartel? ¿Hay en un análisis efectos de invención? ¿Cómo un testimonio de pase da cuenta de ello?

1“El futuro del Mycoplasma Laboratorium” (1)

Miller ubica en ese texto, tres momentos lógicos de un análisis, de un modo muy claro y contundente: contingencia, singularidad e invención. Respecto de la “Contingencia” dice: “un análisis permite en general aislar el o los encuentros iniciales que se escribieron”. Es decir que, hay encuentros contingentes que dejan una marca, el análisis tiene que aislarlos.

Haciendo referencia a la “singularidad”: dice Miller “una vez instalado, a partir de la contingencia, el modo de gozar inicial (…) se vuelve necesario”, se repite, no para de escribirse. Entonces, un análisis permite hacer “legible ese programa de goce que prevalece para un sujeto”. La lectura de ese programa es singular, y es lo que posibilita “ganar un cierto grado de libertad con relación a aquel (el programa)”.

Con la “Invención”, Miller da un paso más, porque sobre ese programa de goce, se constituye una primera invención: la solución fantasmática, que sirve para recubrir la contingencia real, para velarla bajo ciertas frases que el neurótico sostiene, como por ejemplo “todos, menos yo” o “siempre me abandonan”, y agrega Miller “Un análisis, de nuevo allí, debe permitir barrer esos sueños groseros”, eso es lo que finalmente se revela de algún modo, que son sólo sueños, es decir, que ese programa de goce es también una ficción, por eso Lacan decía que “el pase es la última historia que uno se cuenta”. Se ve allí la insensatez de esa repetición. Con el sinthome, se inventa un modo de vivir estando advertido de “esos sueños groseros”.

2 “En los confines de la memoria” (2)

En ese texto, Leonardo Gorostiza, se apoya en la clase del 17/5/77, del Seminario 24 de Lacan, donde se hace referencia al “significante nuevo”. Cuenta Leonardo, que tenía una especie de “idealización” en torno de ese “significante nuevo”, como si fuese algo “inalcanzable”, hasta que se dio cuenta que “puede ser concebido como el significante que se inventa, cuando algo de lo imposible cesa de no escribirse.” Lo que me interesó, es la idea de que se “inventa” de un modo contingente. Pero, además, Leonardo se pregunta si ese significante nuevo estaba o no, en el campo de la memoria, o sea en el Otro. Y concluye, que es un significante que está en los confines, en el litoral, que se trata de una “transmutación”, es hacer algo nuevo con lo que ya estaba, esa es la idea de la “invención”, y creo que también podemos adjudicarle esto mismo al producto de un cartel. Hay en un cartelizante una transformación, el sujeto no es el mismo antes y después del cartel, pero lo que allí se produce, no es una creación ex nihilo, de la nada, si no que se inventa algo sobre lo que ya estaba, se inventa en los confines de la memoria del Otro.

3 La “última historia” de Jorge Assef, primer testimonio de pase. (3)

1 El trauma: dice J. Assef “tenía 3 años, estaba con mis padres en una plaza, mi madre desaparece, mi padre entra a la catedral que estaba enfrente de la plaza, me lleva en brazos, recorre el lugar y no la encuentra, yo lo percibo inquieto, me encuentro con unos enormes ojos negros de una mujer, que me mira fijamente, me asusto, y llorando me agarro de mi padre, abrazando su cuello” (4). El significante que produjo el análisis fue “garrapata”, nombrando así distintas caras del síntoma.

2 Atravesamiento del fantasma. Luego de 10 embarazos perdidos, la madre estando embarazada le decía al niño “agarrate fuerte”, la analista interviene diciendo “encontraste la marca original” (5). “Agarrate fuerte”, es la marca inicial, que permitió articular el fantasma “agarrarse del Otro” para evitar el abandono, con el síntoma “garrapata”, constituyendo un verdadero programa de goce.

3 Un sueño del final: dice J. Assef “un pato se mete al agua y captura mi atención, causa risa, se sube a una rama, “para que no lo agarren”. Ya despierto piensa: “ese pato, ya no es mi pathos” (6). Entonces, del síntoma: “garrapata”, se extrae un rasgo de goce singular, que estuvo allí desde siempre, pero que queda despejado para un nuevo uso, a través del nombre del sinthome: “la garra”, que la analista había nombrado como “eso es muy tuyo”. Finalmente quedó “la garra”, que separada del pathos, articula el goce al deseo a través de un estilo.

Para concluir, el testimonio de J. Assef me permitió entender que el invento del final está en los confines de la memoria, como decía L. Gorostiza, eso estaba allí desde siempre, “la garra”, nombre del sinthome, forma parte de la escena del trauma, cuando se “agarra del cuello” de su padre, y es la marca que se ha repetido toda su vida, verdadero programa de goce que lo había llevado a desarrollar una histeria muy consistente, y que lo dejaba siempre en la posición del “abandonado”. La invención, es hacer algo nuevo con lo que hay.

En un cartel, muchas veces verificamos, que sobre el fondo de lo ya sabido, algo inédito se produce, algo único, que en ocasiones se presenta como una chispa, como un destello, algo pequeño que ilumina y que nos despierta, e incluso puede llegar a dejarnos con las ganas de otro cartel.

Notas

(1) Miller, J-A.: Conferencia pronunciada en las XXXVI Jornadas de la ECF, 2007,  web de la ELP, en https://elp.org.es/el_futuro_del_mycoplasma_laboratorium_ja/#:~:text=Jacques%2DAlain%20Miller%20(Par%C3%ADs),-

 (2)  Gorostiza, L.: “En los confines de la memoria”,  Revista Lacaniana de Psicoanalisis Nº 12, Grama, Buenos Aires, 2012.

(3) Assef ,J.: “Testimonio 1”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis N° 30, Grama, Buenos Aires, 2021, pág. 103.

(4) Ibíd, pág. 105.

(5) Ibíd, pág. 107.

(6) Ibíd, pág. 111.