Una orientación constante entre el temblor de la pandemia

ANALISTAS ESENCIALES EN LA CIUDAD- EOL, Sección La Plata, 28 de noviembre 2020

Por Christian Martín

Ya ha corrido mucha agua bajo el puente desde aquél lanzamiento del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), estamos en otra fase, la del distanciamiento social. Sin salida a la vista, la vacuna aventura una escritura posible del real Covid-19. Retomo aún ese momento, da su relieve particular de acontecimiento para el hospital “Dr. Ricardo Gutiérrez” de Plata, donde realizo parte de mi práctica.

Pocos días después de la medida nos encontramos ante la emergencia de una ola de contagios que toma forma de brote, involucra a varios servicios junto a todos sus contactos. El más afectado fue el de Obstetricia que debió interrumpir su atención por un tiempo. La decisión tuvo su impacto, el hospital ha tenido desde siempre un rasgo materno-infantil.

Puerta de entrada del virus que da paso a un real sin ley a través del cual nos alcanza la pandemia. Varios efectos se encadenan desde entonces en un clima de preocupación extendido. Proliferan testimonios acerca de cómo se afectan uno a uno los cuerpos, los largos pasillos toman espesor de Otro barrado. Con la “fuga de sentido” (1) sobrevienen además las deserciones, la falta de personal se hace evidente.

Los protocolos sanitarios oficiales fueron llegando, el hospital fue dando forma al propio. Durante varios meses han sido pocas las semanas en que no haya sido modificado, sea por su trazado, sea por la implementación del triage, o por las múltiples razones por las que se verifica vez a vez que no funciona. Esta constatación permanente no diferencia a esta experiencia de muchas otras, no más que en su particular manera de fallar, ni menos, por supuesto. (2)

Está a la vista que los semblantes no logran ordenar un real que circula con eficacia global. La pandemia entró en circuitos en los que hasta su emergencia estaban reservados al plus de gozar propio de la actual versión de un capitalismo al que nada lo restringe, aunque en una vertiente de pura pérdida.(3)

En el espacio de la contingencia surgen modificaciones en los dispositivos, algunas invenciones ante lo imprevisto, moneda corriente. El Servicio de Salud Mental reconfigura los suyos, el cambio pronunciado en las presentaciones de la emergencia da lugar a permanentes rectificaciones.

Un hombre se pregunta cómo no vio venir el problema en el que está metido, no sabe qué hizo durante los años previos a confrontarse a una situación que pone en riesgo su único sostén económico. El interrogante que se abre a instancias del corte, resuena con el episodio, le permitirá situar que desde hace algunos años no ha hecho más que dejar caer las cosas fundamentales de su vida, su carrera, su pasión por el arte, su trabajo ahora comprometido.

La mortificación que arrastra ese afecto podrá reconducirse a las propias condiciones de conmoción de la respuesta que hasta entonces se daba el sujeto. También irá cediendo la angustia que al inicio de la consulta aparecía ligada al concernimiento(4) propio de la incertidumbre que trae la barradura del Otro a expensas de la pandemia.

Notas

1 – Laurent, E.“Las biopolíticas de la pandemia y el cuepo, materia de la angustia”, en http://www.eol.org.ar/biblioteca/lacancotidiano/LC-cero-892.pdf

2 – Martín, C., “Un faro real en la tormenta”, en Conclusiones Analíticas, Vol. VII, Dossier: “Tiempo de Pandemia”, Cátedra Libre Jacques Lacan, EDULP Edit, UNLP, edición pendiente de publicación.

3- Ibíd.

4 – Laurent, E., “Las biopolíticas de la pandemia y el cuepo, materia de la angustia”, en http://www.eol.org.ar/biblioteca/lacancotidiano/LC-cero-892.pdf