Unheimlich

TERCERA NOCHE DE BIBLIOTECA –UNHEIMLICH:   “…ALGO QUE DESTINADO A PERMANECER OCULTO, HA SALIDO A LA LUZ”-  EOL Sección La Plata, 13 de noviembre de 2019

Jorge L. Santopolo

 

Homenaje a Freud. Su método, su modo de investigar en el lenguaje, el lenguaje. Su rigurosidad y preciosismo a la hora de establecer un concepto. Ello aparece todo en la primera parte del escrito.

1-

Respecto del término Unheimlich recorre todas las definiciones presentes en los diccionarios más relevantes de la época y lo que nos pasa, lo que nos hace pasar Freud allí,  finalmente, es que se trata de una palabra equívoca. En el uso cotidiano alemán ya no se distingue la partícula negativa “un” y por lo tanto representa un sentido y su antitético. Se alcanza a entrever, a intuir que, respecto del fenómeno que se quiere definir, el equívoco es clave, es la esencia del asunto… Unheimlich nombra justamente eso equivoco, que reúne lo familiar y lo extraño expresándose al mismo tiempo y con una sola palabra (ejemplo: cuando se vuelve al barrio de la niñez y se siente una notable familiaridad pero, a la vez, una profunda extrañeza… Unheimlich nombra eso).

A nivel de las figuras literarias de la retórica podría compararse con lo que sucede cuando hay en juego un oxímoron (la clara noche o el silencio atronador). Al leerlas, si uno se detiene en esa figura un instante, hay algo del sentido que escapa, que resta como indefinido, inquietante, ¿que produce una especie de “qué habrá querido decir con esto”?

Lacan produce un neologismo que viene muy bien para nombrar todos estos efectos en juego con la palabra unheimlich y es extimidad. Es un invento para preservar por un lado la idea de íntimo y que lo íntimo al mismo tiempo resulta totalmente extraño. Pero tienen que ser las dos cosas a la vez, de lo contrario no estamos en el fenómeno como tal. Si una cosa íntima es vivida como completamente otra, no es ningún ejemplo de unheimlich, y si es íntima y se reconoce como íntima, perfecto, no pasa nada. Tiene que ser: a la vez siento que es lo mas mío y a la vez siento que es lo más extraño. Las dos cosas.

Algo parecido sucede con el doble. No quiere decir que yo veo mi imagen en el espejo y la veo como otra, eso no es problema, tampoco que la reconozco como mía. El asunto es que siento las dos cosas a la vez, no se me escapa que soy yo, al mismo tiempo que estoy viendo que es otro. En ese instante aparece la extrañeza.  Tenemos el ejemplo que trae Freud también, que de pronto no se da cuenta que hay un espejo y por la posición en que está, y medio dormido, cree realmente que se trata de otra persona. Hasta ahí no pasa nada, es otra persona. La cuestión es el instante en el cual es él y es otra persona. No hay lenguaje que pueda decir eso más que bajo la forma del oxímoron o de este sentido antitético de Unheimlich.

Por esa razón ni “Lo ominoso” ni “Lo siniestro” alcanzan a dar en el blanco de lo que implica “Das Unheimlich”.

2.-

 

Freud abordará en la segunda parte de su ensayo el cuento de E.T.A. Hoffmann“El hombre de la arena”, para dar su teoría de lo unheimlich. Lo hace a través de la doctrina represión/Edipo/castración. Allí lo siniestro tiene que ver directamente con  que la amenaza de castración proviene de un sustituto del Padre. A Lacan en el Seminario 10 la lectura de Freud le resulta insuficiente para dar cuenta del fenómeno unheimlich. No considera que el punto clave sea la amenaza de la pérdida de los propios ojos puesto que se propone utilizar lo unheimlichkeit como modo de abordar la angustia, pero ya no anudada a la castración. Lo verdaderamente unheimlich no está en la angustia de castración ante la pérdida de los ojos, sino que a estos ojos arrancados, Otro los coloque en las órbitas de Olimpia y, de ese modo, la autómata cobre vida.

 

Verse a sí mismo en manos del deseo del Otro a través de ese objeto arrancado de su propio cuerpo constituye aquello ante lo que retrocede el neurótico y plantea la cuestión de la angustia. El punto a discutir como siniestro es que los ojos de la propia castración, corte, no son un resto que cae y punto sino que ese resto se  traslada a algo que hace a la constitución misma del deseo del Otro. Que lo inanimado cobre vida es eso, que se vuelva deseante.

Aquí hay que agregar un detalle más. El horror de ver los propios ojos arrancados es una expresión imposible pero que por alguna razón el lenguaje forjó. Ver los propios ojos arrancados y, como si se convirtiesen en una cosa autónoma, ver esos propios ojos autónomos, deseantes, mirando. Mis propios ojos que ya no son míos me miran, introduce nuevamente ese sentimiento equivoco que distingue lo unheimlich.

De esto el neurótico no quiere saber nada así que rápidamente ubica en este punto algún fantasma, es por eso que Freud se sirve de la literatura para abordar esta problemática. El carácter súbito e imprevisto de lo unheimlich, su contigüidad con la angustia hace a su dificultad de captarse en la clínica.

3.-

Más adelante en el mismo apartado Freud aborda la problemática del doble. Nos da sus referencias de la literatura –otra vez ETA Hoffmann primero en la lista con “Los elíxires del diablo”- e intenta dar cuenta del fenómeno con la doctrina de la constitución del yo, del narcicismo primario, de la repetición de lo igual y la compulsión de repetición… Nos servimos nuevamente del Seminario 10 para establecer algunas coordenadas del fenómeno según Lacan. Como adelanta “contextos”, se sirve de lo unheimlichkeit para abordar la angustia; entonces en primer lugar, despejemos una confusión: el doble del que se trata no es el doble especular, el del transitivismo infantil o de la tensión agresiva y la rivalidad. El fenómeno del doble en juego en lo unheimlich pertenece a la serie de fenómenos de la clínica de la angustia que tienen que ver con la estructura del fantasma y sus vacilaciones e incluye la despersonalización, la fragmentación del yo, la pesadilla, el acting-out y el pasaje al acto, entre otros.

Se trata de situar cómo funciona el objeto a en la escena del fantasma y según qué condiciones se puede producir el fenómeno del doble. La clave es el instante en que el sujeto experimenta la reducción de su cuerpo o de una parte del cuerpo al estatuto de puro objeto para el Deseo del Otro, allí empieza el fenómeno del doble y la extrañeza es fugaz. Un instante más y estamos en la zona del  inefable “Che vuoi?” y el enigma del Deseo del Otro. Coppelius y los ojos de Nathaniel, Medardo, Francisco y la infinita serie de dobles, Drácula y la Sangre de Jhonatan Harper o de Mina, Cthulu y su llamada inefable (de Lovecraft), terminator y Sarah Connor, Alien y Ripley. Por supuesto que en la literatura fantástica o en el cine es, si se lo logra, mucho más duradero y terrorífico el efecto porque -el artista toma la delantera- estos maestros explotan la relación entre  lo familiar y lo extranjero, entre el marco y el vacío, entre la presencia y la ausencia, entre lo visible y lo invisible… en la psicopatología o en la vida cotidiana es mucho más sutil, efímero y rápidamente da lugar a los fenómenos contiguos de la serie citada o a un fantasma más estable… En este punto sí es preferible la traducción con que aparece el fenómeno de unheimlich en el Seminario 23: “La Inquietante extrañeza depende indiscutiblemente de lo imaginario y la geometría específica y original de los nudos tiene por efecto exorcizarlo” (2)  y más adelante “El goce peniano surge con respecto a lo imaginario, es decir al goce del doble, de la imagen especular, del goce del cuerpo. Este constituye propiamente los diferentes objetos que ocupan las hiancias cuyo soporte imaginario es el cuerpo”. (3)

 

Esta referencia abre -me abre- toda una nueva serie de preguntas relativas a la relación del parletre con “su” cuerpo. ¿La geometría del nudo exorciza lo unheimlich, es lo unheimlich entonces el breve instante de vacilación respecto de que al cuerpo “se lo tiene”? es lo unheimlich una de las formas en las que el cuerpo “levanta campamento”? To be Continued…

 

 

Bibliografía

Lacan, J.: El Seminario, libro 10, La Angustia. Buenos Aires. Paidós. 2006.

Lacan, J.: El Seminario, libro 23, El Sinthome. Buenos Aires. Paidós. 2015.

Freud, S.:. Lo ominoso. En Obras Completas. Tomo XVII. Amorrortu editores. Buenos Aires 1988.

 

Notas:

(1)Extracto de la viñeta del trabajo de Alberto Justo presentado en la mesa plenaria de las VI Jornadas de la EOL  Sección La Plata

(2)Lacan, J.: El Seminario, libro 23, El Sinthome. Buenos Aires. Paidós. 2015. Pag 48.

(3) Lacan, J.:El Seminario, libro 23, El Sinthome. Buenos Aires. Paidós. 2015. Pag 55/56.