LECTURAS DEL ARGUMENTO. EL VALOR DE PUBLICAR. XI Jornadas EOL SLP
Gabriel Racki
El argumento le da voz al sujeto contemporáneo, le hace decir: ¿Cómo hacer para gozar más, para ser más dichoso, para tener más satisfacciones?, y luego con Miguel de Unamuno y Eric Laurent realiza una lectura de las consecuencias de esa voz: “se ha perdido el sentimiento trágico de la vida”.
Hoy en esta breve intervención, y sin ánimo de nostalgia del Nombre del Padre, sino más bien animado por el toque de witz que también recorre el argumento, les propongo pegarle un par de gritos a esa voz…
1. El primer grito es del significante mismo. En el escrito “La carta robada” (1), Lacan hace ¡clamar al significante! Juega a darle la palabra. El witz sería ¿Qué diría hoy el significante, si le damos la palabra? Si le decimos: significante, < dile algo al sujeto contemporáneo…, enfatizando tu función de letra sobre el ser, más allá de las significaciones: El significante diría… “Crees actuar cuando en realidad yo te agito al capricho de los lazos con que anudo tus deseos. Así estos crecen en fuerza y se multiplican en objetos que vuelven a llevarte a la fragmentación de tu infancia desgarrada” > (2), podríamos decir: te la crees que actúas más allá del significante que te marca… pues bien… ¡Trágate tu Dasein! ¡Estás hecho de significante!
Parafraseando a Lacan: …podrá haber festín y proliferación de objetos, y nominaciones, se rechazarán significaciones y semblantes … Pero del oráculo significante no se zafará…: la letra feminiza, o si prefieren el ser hablante está condenado a vivir-morir en el significante, y será fragmentado por lalengua del Otro que le tocó. ¡Es la tragedia del parlêtre !…y tal vez…¿por qué no? un pequeño gusto que nos damos de actualizarlo cada día en nuestra praxis…
2. Un Segundo grito…es para la dimensión del “undividualismo moderno”, como sintetiza J.-A. Miller, el cielo social cambiado por el ascenso del nuevo astro: objeto a en el cenit… (como fue dicho en el argumento). Allí localizamos a nuestro sujeto, captado por menú de la época, incitado por un goce dominado por el uno fálico, en un régimen frenético de uno más, con tendencia hacia el todo y a prescindir del Otro.
Que ganas de gritarle a ese sujeto undividualista: “trágate tu Otredad”… trágate que estás hecho también de Otro goce que el fálico-pulsional y que tu cuerpo no solo está constituido de agujeros pulsionales. Fatalmente se encontrará con otro agujero, que abre a una Otredad. Aun al borde de quedar consumido como sujeto, para decirlo con lengua trágica, está la chance de una Otredad no-todo, y, ¿por qué no? También tenemos el gusto de ejercerla en nuestra clínica cotidiana con el uso analítico del amor de transferencia.
3-y finalmente…quizá un grito entre nosotros, en nuestra Escuela:
En la nota italiana, en unas pocas líneas, Lacan exclama por un entusiasmo que solo puede venir de los deshechos del ser que va dejando un análisis…Quizá si jugamos a darle ese tono de voz a nuestras publicaciones, podrán decir inflando el pecho: “Leamos nuestras publicaciones”. No nos creamos ningún delirio de grandeza sobre nuestro ser como psicoanalistas, más allá de nuestro parloteo… está el decir de nuestras publicaciones. Usando la frase oracular con la que termina la nota: podemos concluir… “todo debe girar alrededor de los escritos por aparecer…”.
Notas
(1) Lacan, J.: “El seminario sobre La carta robada”, Escritos 1, Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires, 1988, p. 33-34.
(2) Ibíd, p.34.