Reglas no escritas para una transferencia real. ¿Límite del odio?

MESA PLENARIA- INTERPRETAR LA VIOLENCIA BAJO TRANSFERENCIA– VI JORNADAS ANUALES EOL SECCIÓN LA PLATA – 2 de noviembre de 2019

 

Christian Martín

 

En primer lugar, agradezco el honor de esta invitación a participar en esta Mesa Plenaria, en particular a los miembros del Directorio y a la Instancia Diagonal.

Nuestras 6° Jornadas anuales han contado con una interesante orientación preparatoria, que se inscribe en el trabajo epistémico trazado para este año en la Sección. Uno de los vectores en las contribuciones previas a este encuentro, ha sido precisar las coordenadas de la época sobre la violencia y la vigencia de la palabra. En ese sentido, Nieves Soria, hizo hincapié en la forclusión de la castración y el apartamiento de las cosas del amor ligado al desprestigio del Nombre del Padre, como determinante en la prevalencia de la pulsión de muerte. (1) Marisa Morao, desprendió de La Tercera, que el proletario contemporáneo, como síntoma social, no tiene discurso alguno con el cual hacer lazo social, o sea, semblante, para preguntarse: ¿Cuál sería la política de los cuerpos entre sí y respecto del propio cuerpo? (2)

Ajusto más el punto, en relación a mi trabajo: ¿puede un amor hacer de límite al goce mortífero desatado en el odio? ¿Cómo hacerlo operativo en la transferencia?

La posición del analista.

Lacan en La tercera trae una novedad en relación a la posición del analista. En el apartado llamado “Del ser al semblante”,  refiriéndose al objeto a, dice lo siguiente: “Eso es lo que queda atrapado en la trabazón entre lo S, lo I y lo R como nudo.  Si lo atrapas bien, podrás responder a lo que constituye tu función: ofrecérselo a tu analizante como causa de deseo”. (3)

Hacer semblante de este objeto que causa el deseo: me dijo eso, ¿pero qué quiso decirme? Detrás de la pregunta por el qué quiere, implica que no lo sé. Abre el campo de la enunciación del analista, y con ello la posibilidad que la transferencia pueda instalarse. (4)

Sin embargo, al colocar el objeto a en el calce mismo del nudo, traslada esta noción a la nueva topología y permite una articulación con los tres registros. Teniendo de este modo, el objeto a, no solo un borde con lo S y lo R, sino también con lo imaginario. ¿Qué consecuencias se pueden desprender de esta nueva ubicación del objeto a causa de deseo?

Se trata ahora de una “propuesta ampliada de la posición del analista” (5), en tanto no es sólo semblante de objeto a en el sentido del fantasma y la pulsión. Lo es también de un objeto en el nudo, por lo que admite no sólo el goce pulsional, entre simbólico y real, sino además una relación con un Otro goce, ubicado entre Imaginario y Real.

Lo que me interesó de este planteo, es: ¿cómo la posición del analista podría articular una dimensión fuera de lo simbólico? Porque a nivel del discurso nada indica una articulación imaginario-real.

¿Algo nuevo en el amor?

En el Seminario 21, Lacan plantea: “Para qué me sirve este nudo, el nudo borromeano de tres? Me sirve para inventar la regla de un juego, de manera tal que pueda figurarse con él la relación  de lo Real con lo I y lo S”. (6) El juego del que habla a continuación es el del amor. “El amor es apasionante pero implica que en él se siga la regla del juego”. (7) No por la vía de hacer del amor una pasión imaginaria, tampoco un amor simbólico, bajo la rúbrica del NP, sino lo apasionante que pueda resultar el trabajo de saber sus reglas, no escritas.

Se trata de los anudamientos que el amor pueda producir. El nudo para Lacan es real,  y no se refiere con eso a uno de sus registros, sino a que el nudo mismo se produzca o no. Lo dice en estos términos: “Lo Real, con respecto a lo que localizamos en cierta experiencia como lo imaginario y lo simbólico, es lo que hace de él tres. Hace de él tres, y nada más”. (8)

¿Qué puede ser el amor desde el punto de vista de lo real? Si el amor es conducido con reglas tales que de pronto produce un anudamiento, podemos entonces decir que es real, porque el nudo mismo lo es. Sin embargo, habrá que ir despacio, porque sobre sus reglas “siempre se ha estado en una profunda ignorancia”, dirá Lacan. (9) ¿Cuáles serían los pasos para conseguir anudamientos?

Lacan trae el tema del amor por lo mucho que ha aportado en términos de metáforas de anudamientos. Una vez que se produce entre los cuerpos, da lugar a pequeños rituales. Un interesante guiño para pensar el malestar en la cultura. Deja indicaciones para ocuparse de este juego, en el que habrá que ir perdiendo nuestros goces más comunes. El trabajo que implica requiere ceder todo tipo de goce fantasmático, el que funciona ligado a algún objeto pulsional.

“Si ese saber hay que inventarlo para que haya saber, quizás sea para eso que pueda servir el discurso analítico”, dirá. (10)

En el seminario 10 podemos encontrar una interesante orientación ¿Cuáles pueden ser las maniobras que den con la resolución de un acting out, como fenómeno transferencial? Se trata de presentaciones por fuera del dominio del inconsciente, donde no es posible orientarse por el síntoma sin antes resolver las respuestas por la vía de la angustia.  Y toda la cuestión gira alrededor de que el sujeto obtenga algo del orden de una certeza de tener su lugar en el deseo del Otro.

Marie-H Brousse sitúa muy bien la dificultad que ello encierra: “Cada vez que se nos viene, por muy buenas razones, la idea de introducir un significante amo que va a dominar – por ayudar al paciente, evitar un riesgo, etc. –  se nos escapa el deseo y  se nos vuelve otra vez la dominación de un modo de goce”. (11) El Discurso Analítico es el único que no ambiciona la dominación ni la universalidad, lo que permite organizar nuestra práctica alrededor de una ética orientada por lo real. (12)

La resolución del acting out podrá depender de lograr vehiculizar eficazmente un deseo, una autenticidad difícil de precisar, del orden de lo indecible, de lo inarticulable en términos de su dimensión simbólica, pero que está articulado en su efecto. ¿No es allí donde se juega el amor en su dimensión más real? 

¿Puede el analista orientar una experiencia real, en tanto anudante, que logre tocar el cuerpo en el punto mismo de su articulación imaginario – real? ¿Cómo lograr con la palabra hacer resonar ese Otro goce en el cuerpo? Se trata de un goce que no es articulable, no tiene significante, pero en términos de la última enseñanza de Lacan podemos decir que está escrito en el nudo.

 

Notas

 

(1) http://www.eol-laplata.org/Jornadas-y-eventos/006/boletines/010.html

(2) http://www.eol-laplata.org/Jornadas-y-eventos/006/boletines/013.html

(3) Lacan, J., La Tercera, Revista Lacaniana de Psicoanalisis N 18, Bs. As., 2015, pág 13.

(4) Tarrab, M.,  “¿Qué interpretación?”, Conferencia en la Eol Sección La Plata, Seminario del Campo Freudiano, 19/10/19, Inédito.

(5) Indart, J. C., Curso sobre “La Tercera”, de J. Lacan, inédito.

(6) Lacan, J.: Seminario 21 “Los no incautos yerran”, clase del 12/03/74. Inédito.

(7) Ibíd.

(8) Ibíd.

(9) Ibíd.

(10) Ibíd.

(11) Brousse M.H., “Violencias en la cultura”, en Bitácora Lacaniana, “Violencia y explosión de lo real”, Revista de la Nueva Escuela Lacaniana, NEL, Numero extraordinario, Grama ediciones, 2017.

(12) Holguín, C., “Presentación” en Bitácora Lacaniana, “Violencia y explosión de lo real”, Revista de la Nueva Escuela Lacaniana, NEL, Numero extraordinario, Grama ediciones, 2017.