¿Qué lazos sociales a partir de un «no funciona» generalizado de la pandemia?

LECTURAS EN LA SECCIÓN: «LA TERCERA» ¿QUÉ REAL PARA EL PSICOANÁLISIS? – EOL Sección La Plata, 8 de julio 2020.

Christian Martín

Desde que he vuelvo a La Tercera, a partir de la invitación de esta noche, no ha dejado de darme vueltas la frase de inicio de Lacan, que precede a la introducción a sus concepciones sobre lo real. Dice: “Lo simbólico, lo imaginario y lo real son el enunciado de lo que efectivamente opera en su palabra cuando ustedes se sitúan a partir del discurso analítico, cuando analistas son. (…) estos términos no emergen más que para y por ese discurso”. Para luego decir: “me dejé llevar”.1 Dejo esto por acá…

Y da paso entonces a la primera aproximación de lo real, de la que voy a ocuparme: “La finalidad del discurso del amo, por ejemplo, es que las cosas marchen al paso de todo el mundo. Pues bien, eso no es en absoluto lo mismo que lo real, pues lo real es justamente lo que no anda, el palo en la rueda – más aún, lo que no cesa de repetirse para entorpecer esa marcha”2. Así es presentado por Lacan, lo real es aquello que no funciona. Pero lo que no funciona para el discurso del amo. Así es como lo sitúa, a partir del discurso que se encarga de hacer que las cosas marchen. Ni más ni menos. Se trata de una anomalía que se presenta en el orden de lo necesario, no cesa de repetirse. De otro modo, no es claro que pueda leerse como tal, algo no anda.

Siguiente precisión de Lacan: “Primero lo dije bajo esta forma: lo real es lo que vuelve siempre al mismo lugar. El acento debe ponerse en vuelve. Lo que revela es el lugar, el lugar del semblante (…)”.3  Lo anterior encuentra aquí un mayor relieve, si aquello que falla “vuelve” siempre al mismo lugar, se presenta entonces como rompiendo una regularidad. Algo anda pasando, no se sabe bien qué. Por otra parte, hace referencia a lugar, a la localización de este “vuelve” en el semblante. Vamos juntando así varios elementos que permiten una orientación a propósito de esta conceptualización de lo real.

No es nada menor, si estamos atentos a tratar de extraer consecuencias de lo que está en juego en esta conceptualización, puntualizar que Lacan toma distancia de su versión anterior, esto es, de lo que vuelve siempre al mismo lugar, pero funcionando; en términos de lo real dócil a una ley. Miller da una precisión muy clara a propósito de la repetición simbólica, tal como es presentada por Lacan en el Seminario 11: “Lo importante es que Lacan da una nueva significación a lo real como lo que vuelve siempre al mismo lugar. Esta definición de lo real por la constancia y la permanencia borra la verdadera significación de lo real, porque el acento puesto sobre el mismo lugar se entiende como la domesticación perfecta de lo real. Si uno lo toma de esa manera, desaparece la verdadera significación de lo real; parecería que lo real es lo que se puede esperar, lo que se puede prever”.4

II

En esta misma conceptualización de lo real se apoya la perspectiva del síntoma, en La Tercera. En el siguiente parágrafo titulado “El síntoma viene de lo real”, dice: “El sentido del síntoma es lo real, en la medida en que se interpone para impedir que las cosas marchen, en el sentido de que éstas den cuenta de sí mismas de manera satisfactoria – satisfactorias al menos para el amo (…)”.5

Ahí llama “síntoma a lo que viene de lo real”, que “se presenta como un pececito cuya boca voraz sólo se cierra cuando tiene sentido donde hincar el diente”.6 Y lo destaca retomando que lo real es  lo que no anda, lo que vuelve siempre al mismo lugar. Ese es el sentido del síntoma, no funciona.  

Este planteo abre desde estas páginas una interesante perspectiva: qué hace cada discurso con lo que no anda, con una presencia así destacada de lo real. Y al mismo tiempo una fuerte dimensión ética que implica para el discurso analítico orientarse por lo que no funciona, del goce de los cuerpos.

III

 Nos encontramos conversando en medio de esta situación inédita, la emergencia del real de la Pandemia. Compartimos esa preocupación entre colegas. Circula a ritmo vertiginoso, expandiéndose sin que nada le haga de límite. Sin distinción, en cada uno de los países se amontonan new news covid 19, sobre lo que no anda.  

La diversidad de las medidas políticas más o menos democráticas o autoritarias no logran ordenar la complejidad de los múltiples efectos que se presentan. No se han conseguido tampoco protocolos de rigor científico que permitan enfrentar con éxito la situación sanitaria. Configurando así un clima extendido de Otro barrado.

Lo antedicho se despliega a su vez en el marco de un desarrollo de tecnologías que ha intensificado la apropiación y extracción de recursos y la maximización de ganancias en todas las dimensiones de la vida social. Se ha ampliado y diversificado el campo de lo que es apropiable y puede ser transformado en mercancía.7

Cultivo para una proliferación máxima de síntomas en términos de un “no funciona” para cualquier discurso establecido o interesado en atrapar el goce de los cuerpos.

Miquel Bassols, ha planteado: “La epidemia se contagia también como un hecho de discurso, se propaga siguiendo un tiempo distinto al del virus, siguiendo el tiempo del colectivo como sujeto de lo individual. Son dos tiempos distintos, pero uno acompaña al otro como su sombra”.8

Eric Laurent, por su parte, en su último artículo, retomando a Lacan, dirá que es preciso que cada uno se sienta concernido en particular por la amenaza de la peste. “Se trata de pasar del universal del todos que no tiene sentido a un sujeto particular, definido no por un sentido, sino por un modo particular de confrontarse a la muerte, de caer “bajo el efecto de la muerte”.9

¿Qué lazo social es posible a partir de la epidemia? ¿De qué modo afecta los cuerpos uno por uno? ¿Es posible un vínculo a partir de un anudamiento que haga presente un Otro goce, al modo de un amor solidario, por ejemplo? ¿Es preciso que intervenga el síntoma?

Fecha de recepción 01/08/2020

Notas

1 – Lacan, Jacques, “La Tercera”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis, EOL, Numero 18, año 2015, pág. 14.

2 – Ibíd., p 14.

3 – Ibíd., p 14.

4 – Miller, Jacques-Alain, Seminarios en Caracas y Bogotá, Paidós, Buenos Aires, 2015, pág. 523.

5 – Lacan, Jacques, “La Tercera”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis, EOL, Numero 18, año 2015, pág. 16.

6 – Ibíd., p 15.

7 – Peralta Ramos, Mónica, “Pandemia e impunidad” en “El cohete a la luna”, edición del 24 de mayo del 2020.

8 – Bassols, M., Indeterminación y certeza, en https://vo.mydplr.com/108045bef4aa59b09e1c9c008e1512ae-ce69bbe059e210a717920dbe62401ad5

9 – Laurent, E., Las biopolíticas de la pandemia y el cuerpo, materia de la angustia, en http://www.eol.org.ar/biblioteca/lacancotidiano/LC-cero-892.pdf