Publicar en psicoanálisis: una política de la enunciación

LECTURAS DEL ARGUMENTO. EL VALOR DE PUBLICAR. XI Jornadas EOL SLP

Alejandra Glaze

En un mundo donde la tragedia «no existe», publicar en psicoanálisis se convierte en todo un acto de resistencia. Porque, claro, ya que lo trágico está en sospecha, ¿para qué molestarnos en escribir? ¿Para qué hacer circular nuestras ideas si todo lo que escribimos podría enfrentarse a un lector en búsqueda de certezas, al que no le interesan los enigmas ni el pathos de la vida, ni mucho menos lo inevitable del destino? Pero precisamente por eso seguimos: porque en cada edición de la Lacaniana recordamos que lo único seguro en psicoanálisis es que la verdad se escribe a medias, o es mentirosa.

Así que, en esta época donde lo trágico ha sido reemplazado por lo práctico, cuya referencia es la falta de profundidad y matices, seguimos apostando a nuestras publicaciones. ¿Quién sabe? Tal vez el camino de la épica sea un buen destino, y no uno trágico.

“Lo trágico bajo sospecha” es otra manera de enunciar la caída de la dimensión trágica de la narrativa del sujeto, donde ya no se enfrenta a un destino o a una verdad singular, sino a un goce inmediato. Evita «hacer con» su síntoma y busca suprimir el malestar (que mejor llamar impase), evadiendo el pathos que introduce la sexualidad.

Como señala Eric Laurent, se produce un rechazo a la contingencia en favor de una autodeterminación que desafía el lugar del Otro, emergiendo un invasivo llamado a la seguridad o a la fascinación por vivirse como una máquina liberada de los semblantes.

Germán García insistía en que es la experiencia del inconsciente la que hace de la casualidad –de la contingencia–, causalidades; pero en las nuevas fórmulas de la época, que agitan una libertad sin ataduras al otro, se produce el efecto contrario: se rechaza la contingencia en función de una supuesta decisión libre, desconociendo cualquier causalidad o destino. Digámoslo: autodeterminación y libertad no son más que nombres de la locura.

Esta desaparición del sentido trágico también permea el discurso político, que simplifica los conflictos mediante una lógica de “amigos y enemigos”, eliminando la complejidad y la ambigüedad de los grandes temas universales del poder. La guerra y el sufrimiento humano se trivializan, consumidos como espectáculo frente a las pantallas, y la experiencia trágica queda relegada a un pasado donde el dolor era parte de la condición humana.

En tiempos en que lo trágico parece haberse desvanecido, las publicaciones en psicoanálisis —especialmente las surgidas de nuestras Escuelas, como la Lacaniana— son un instrumento político que intenta restituir el valor de la escritura como un lugar de creación y confrontación con lo contingente. La escritura en psicoanálisis, lejos de ser neutral o meramente informativa, debe asumir una política de enunciación y de propagación (1), para así cuestionar al discurso amo, distanciándose del saber vacuo de las redes y totalizador de la inteligencia artificial. Un desplazamiento de discurso, que sostenga una práctica del medio-decir que transmita una posición advertida, aunque no del todo asegurada, de una clínica y una teoría que permanece en constante movimiento.

Notas

(1) Lacan, J.: “Radiofonía”, en Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 429.