Psicoanálisis y discurso educativo

LA CLÍNICA ANALÍTICA Y SUS PUNTOS DE FUGA. Segunda noche de CARTELES. 28 de agosto

Luz Oliva

Recibo la invitación a participar de la segunda noche de carteles titulada “La clínica y sus puntos de fuga” con marcado entusiasmo. Entusiasmo por partida doble, pues es en el cartel donde encuentro mi lazo singular con la Escuela de Orientación Lacaniana, al mismo tiempo que tiene lugar la insistente pregunta sobre mi posición en la escuela como institución educativa y las diferentes formas que ha tomado. Pienso este dar vueltas alrededor del vacío, preguntarme, esbozar respuestas, escribir, enunciar desde mi posición singular, escuchar otros enunciados, como la vía que hace entrar la lógica de la Escuela para mí.

Este es un trabajo que se desprende de un cartel finalizado, que se llevó a cabo en 2023. Cartel inscripto con el título: “Hacia ENAPOL” cuyo más Uno fue Mariella Lorenzi, quien supo, cálida y decididamente, hacer de causa, y las demás integrantes: Belén Galli, Soledad Gadea y Rina Tierno, quienes acompañaron esta experiencia de inmersión. Mi rasgo original “Acto analítico y discurso educativo” sufrió varias modificaciones, derivando en la escritura de un caso clínico, guiado por interrogantes que se perfilan en el pasaje de mi práctica en una institución educativa.

Hace varios años sostengo mi práctica en una escuela especial cuya población es compuesta por niños, niñas y jóvenes con diagnóstico de psicosis y autismo. En estos años, el lugar de la cita ha cambiado, jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias diversas, no así los encuentros con los estudiantes que se suscitan semanalmente.

El marco que sostiene los encuentros es la inclusión y consiste en el armado de una propuesta que contempla la singularidad del sujeto, su modo particular de relacionarse con el significante, con los otros, con los objetos y en particular con el objeto de conocimiento.

El llamado a la modalidad de “especial” está teñido de lo que no marcha, aquello que produce un corte, una disrupción en la escena áulica. ¿Qué es eso que irrumpe, hace obstáculo y nos confronta con el imposible del “para todos”? ¿Es esto que se presenta, lo real como imposible de soportar del que hablaba Lacan en la “Apertura de la sección clínica”? ¿Cómo trata el discurso educativo esa irrupción? ¿Y el psicoanálisis?

Niños y niñas admitidos desde el inicio de su escolarización que se presentan con un significativo rechazo al otro manifestándolo con gritos, pellizcos y golpes ante la demanda de pares y adultos, desborde en el cuerpo, lenguaje acotado, un deambular permanente, marcada inquietud, mucha dificultad para permanecer en los espacios áulicos y escasa respuesta a través de la mirada.

Con un marcado gusto por algún objeto, transitan los niveles inicial y primario con propuestas que contemplaron sus arreglos. Intentando cada vez respetar sus tiempos, su modo particular de relacionarse con el otro y el lenguaje, pero con una apuesta decidida a hacer más habitable la trayectoria escolar apoyado en el deseo de que consientan a las propuestas.

La posición curiosa de dejar entrar los detalles propios de la invención de cada parlêtre, dar lugar a sus arreglos, da lugar a salir de lo ilimitado para encontrar un posible recorrido a la pulsión, armar un borde como salida al exceso de goce que invade el cuerpo, una frontera donde sea posible el intercambio con otros, permitiendo el consentimiento a la escena educativa. Partir de esas invenciones que funcionan como defensa de la intrusión del Otro, para construir un neo-borde, un nuevo arreglo con lo real, una marca de goce inédita, permite hacer posible el lazo con los otros.

Invenciones que permiten constituir un borde, un límite al cuerpo para protegerlo del Otro y, al mismo tiempo, un lazo al Otro mucho más pacificado, armando vínculos que no sean de rechazo.

A partir de este recorrido me pregunto ¿cómo se tensionan los discursos psicoanalítico y educativo? ¿Qué tiene para aportar el psicoanálisis en este entrecruzamiento?

El discurso psicoanalítico, en el entrecruzamiento con el discurso educativo, permite apreciar que lo universal no logra atrapar lo real en juego provocando la caída del ideal. Si el saber del que se ocupa la escuela pretende ser universal, omite el detalle del real en juego. 

«Miller sostiene que “el psicoanálisis es un abrazo, un abrazo con lo particular, con lo que no vale para todos (…)”» (1). Lo que el psicoanálisis puede aportar al discurso educativo es su gusto por lo singular, atesorar la contingencia sabiendo que lo universal no recubre lo real en juego, partir de eso que no anda como oportunidad para el encuentro con el saber hacer, respetar los arreglos singulares que dan lugar a un nuevo saber, incluir lo irreconciliable de lo que perturba -pues constituye lo más singular de cada sujeto-; contribuir a la institución de un lugar vacío en el que lo singular se inscriba  proponiéndose como un partenaire curioso a la invención del parlêtre, inventando sobre la invención. Un partenaire curioso, que toma nota de lo real y que, orientado por el vacío del deseo, escucha al sujeto y aprende su lengua.

Notas

(1) Manzotti, M.: “hacer Lugar” en Autismo. Transferencia. Invención: Ciclo Internacional, Grama, Olivos, 2021, pág. 70.  

Bibliografía

AA.VV.: La clínica lacaniana, Segundo Coloquio – Seminario de la Orientación Lacaniana en la ciudad de La Plata, MOL-La Plata, 2013.

Slatopolsky, G. (comp.): Autismo. Transferencia. Invención: Ciclo Internacional, Grama, Olivos, 2021.

Laurent, E.: La batalla del autismo, Grama, Buenos Aires, 2012.

Miller, J.-A.: Causa y Consentimiento, Paidós, Buenos Aires, 2019.

Miller, J.-A.: La experiencia de lo real en la cura analítica, Paidós, Buenos Aires, 2019.