LA CLÍNICA ANALÍTICA Y SUS PUNTOS DE FUGA. Segunda noche de carteles. 28 de agosto
Antonela Garbet
En primer lugar, agradezco a María y a mis compañeros de la Secretaría por confiar en mí para la coordinación de esta noche, estamos próximos a las XXXIII Jornadas de Carteles en Mar del Plata, resta también un último Busca Cartel. Sin embargo, hay algo que, al menos para mí, decanta del trabajo realizado hasta acá. Lejos de transmitir nostalgia por lo atravesado me gustaría compartir con ustedes algunos trazos del recorrido, ya que pienso que es con eso que arribamos al encuentro de hoy.
Comenzamos en el 2023 preguntándonos sobre el saber que se produce en el cartel entre las citas y la invención, ¿cómo servirse de las citas?, de la pregunta a la conversación decanta que no es lo mismo cuando “nos servimos de la cita buscando la garantía del Otro en tanto autoridad, que el uso que causa el trabajo, que lo motoriza”. (1) Continuando con la interrogación por el saber proponemos una noche a cielo abierto, es decir, un encuentro donde los invitados puedan contarnos los resultados, pero también las crisis de sus trabajos, nos interesó darle espacio a aquello que acontece tras bambalinas, que puede embrollarnos y también causarnos. En efecto, la invención de un decir sobre el fondo de lo imposible se reveló como punto vivo en la trama cartel, control y análisis. Seguimos. El tiempo se cuela, la dimensión de lo temporario se ubica como eje para una nueva invitación. El tiempo de trabajo de un cartel, tiempo que no es eterno, se transita con el horizonte de arribar a un saber hasta que un nuevo interrogante, acontecimiento, o “encuentro lo conmuevan” (2), nuevo que se produce no sin la marca de lo previo.
En este camino llegamos a la formación del psicoanalista y su inmersión en la escuela por la vía del cartel. Sostener una posición analizante, aquella que arma un cierto saber en el borde del agujero, un saber no todo, es la posición que conviene al cartelizante. Para ello un trabajo decidido, pero en el marco de la transferencia con otros y de la transferencia al propio trabajo, son las condiciones que se revelan necesarias para no dejarse atrapar por la idea de un saber todista, completo, cerrado. ¡Ahí está nuevamente el saber!, el que puede producirse, el que insiste por la vía de la interrogación, pero también está lo imposible de saber. Imposibilidad que se localiza del lado del cartelizante y también en la posición del practicante.
Graciela Brodsky en la Conferencia “La clínica lacaniana”, texto que nos orientó para pensar el encuentro de hoy, retoma la pregunta que Lacan se hace en la “Apertura de la Sección Clínica”: ¿qué es la clínica psicoanalítica? Dice “Que la pregunta provenga del propio Lacan, y del Lacan de la última enseñanza, de la ultimísima enseñanza, nos alienta a retomarla por nuestra cuenta. Y si él se lo pregunta, ¿por qué no lo haríamos nosotros, que a veces creemos que ya tenemos todas las respuestas en el bolsillo, y vamos por más?” (3). Yo diría que a veces nos olvidamos que el bolsillo en cuestión está agujereado, que por allí se filtra entonces lo que pretendemos saber. No se trata de no saber nada tampoco, pero entiendo que hay un punto donde el saber es débil, es débil frente a lo real, se escurre, se escapa, se fuga. El pasado sábado Guy Briole dictó una conferencia en el marco de la II Jornada Clínica de Residentes y Concurrentes, allí sostuvo que la clínica lacaniana no se orienta por las teorías, ni el saber acumulado, que el practicante no debe refugiarse en el saber cómo defensa, obstaculizando su acto. Pienso que aquí radica la cuestión central, un nudo en el asunto del saber. En este punto me sirvo- comparto- de la distinción que hace Graciela Brodsky entre, por un lado, “el no saber como función operatoria” (5) en tanto cada caso es uno, ya lo decía Lacan ¡Cuídense de comprender! Y por otro, “lo imposible de saber”, en tanto “No debemos ignorar que más allá de los semblantes la práctica afronta algo imposible de dominar” (6) y es con eso que el discurso analítico opera, justamente ubicando en el lugar del agente lo que otros prefieren ignorar, y opera bajo transferencia, esta “es el colofón de toda clínica analítica”. (7)
Concluyo entonces. Si la clínica psicoanalítica emerge, tal como Guy Briole señaló, una vez que se ha despejado la lógica del caso, si ésta se aprehende del paciente, en tanto éste es el teórico de su caso, me pregunto qué lugar para el cartel cuando lo imposible de dominar se vuelve escollo, impasse, interrogando al practicante y su práctica. En este marco, presento la noche de hoy y doy la palabra a nuestros invitados.
Notas
(1). Ríos, C.: “Citas, Invención, Locura”, Primera Noche de Carteles “Granos de Locura”, Sumario #19 Blog EOL La Plata, https://blog.eol-laplata.org/citas-invencion-locura/, julio 2023.
(2). Romano, Y.: “Un saber que no sea eterno”, Tercera Noche de Carteles “Lo Temporario”, Sumario #21 Blog EOL La Plata, https://blog.eol-laplata.org/un-saber-que-no-sea-eterno/, enero 2024.
(3). Brodsky, G.: “La clínica Lacaniana”, La clínica lacaniana, Segundo Coloquio – Seminario de la Orientación Lacaniana en la ciudad de La Plata, MOL-La Plata, 2013, pág. 19-36.
(4). Guy, B.: “Locura, Psicosis y Clínica continuista”, Conferencia inaugural virtual en la II Jornada Clínica en la EOL para residentes y concurrente, Buenos Aires, 2024, Inédito.
(5). Brodsky, G.: Los psicoanalistas y el deseo de enseñar, Grama, Buenos Aires, 2023, pág. 150.
(6). Tarrab, M.: “La potencia del discurso analítico”, Conferencia de Apertura del Seminario del Campo Freudiano La Plata, 2024, Inédito.
(7). Óp. Cit. (4).