Philip Dick. Entre realidad y ficción

¿Cómo abrirse paso entre locura y debilidad? Segunda Noche de Biblioteca. 2 de agosto 2023

Ricardo Bizarra

Agradezco a la Comisión de Biblioteca y a Silvina Molina por la invitación, por participar junto a estos invitados. Con Germán Schwindt, somos amigos, nos conocemos hace muchos años, compartimos un Cartel sobre psicoanálisis y literatura, a Fabián Schejtman lo conocí por el libro… resulta que cuando lo leí dije, ¡Philip Dick estuvo con Lacan y no lo sabía! Lo empecé a comentar con mis conocidos, empecé a buscar a ver si podía incluir algo de eso en mi presentación de hoy, y resulta que avanzando en el libro me di cuenta cómo era la cosa y me pareció maravilloso.
Voy a comenzar en primera persona, desde muy chico, de joven, me gustó la lectura de Philip Dick, quería entrar a la carrera de filosofía, me encuentro con un libro de Karl Jaspers Genio y locura, hablaba de la locura de Van Gogh, de Strimberg, Hölderlin y Swedernborg, quedé impactado con eso, con una especie de romantización de la locura. Luego en un viaje a Mar del Plata, cuando había librerías por todas partes, me compré dos libros y uno me lo llevé de souvenir, se llamaba Los hippies de Michel Lancelot, que lo escribió habiendo ido a Estados Unidos cuando estaban los hippies. Venía con esa romantización de la locura, los poetas malditos, Artaud, Gerard de Nerval, los surrealistas, entonces pasé a ser un hippie, anacrónico, en los años setenta y pico decía que era un hippie. Así entro a la facultad y ¿qué me encuentro ahí? ¡hippies!, en el único lugar, en filosofía, en plena dictadura, había hippies. Entonces un amigo me dice “Tenés que leer Philip Dick”, y leo Ubik, quedé enganchado, empecé a buscar, había poco editado, estaba Ojo en el cielo, El hombre en el castillo.
Me parece pertinente realizar una presentación del escritor que nos convoca, antes de comentarles algo de mi novela, que en algo es en homenaje a él y a esto que les he comentado.
Philip Dick es un escritor ubicado en el terreno de la ciencia ficción, lo que lleva a que en diferentes círculos no sea un escritor muy conocido.
Para solucionar ese problema, realizaré una breve introducción, haciendo un resumen de la biografía de Philip Dick, con algunos datos que me parecen relevantes, porque si bien se lo considera un escritor de ciencia ficción, para mí es algo indisociable la cuestión de realidad y ficción en su escritura y en su vida.
Philip Kindred Dick fue un escritor norteamericano, catalogado dentro del círculo de ciencia ficción.
Pero fue más que eso.
Philip Dick escribió 36 novelas de ciencia ficción, 14 novelas realistas, antologías con más de 150 cuentos, tres libros de ensayo, y todavía se están recopilando cartas y el trabajo final de su vida, Exégesis, de más de ocho mil páginas.
Tuvo cinco matrimonios y tres hijos.
Nació el 16 de febrero de 1928, con su hermana Jane, mellizos según Emmanuel Carrére, uno de sus biógrafos, gemelos según Pablo Capann, otro. Su madre, Dorothy Kindred Dick, por inexperiencia, ignorancia o falta de información, no alimentó correctamente a los hijos, y su hija, Jane, falleció a los pocos días por falta de alimentación, el 26 de enero de 1929, y sus padres con un sentido de ahorro… hicieron una doble lápida con los nombres de sus dos hijos, donde pusieron bajo el nombre de Philip, la fecha de su nacimiento, un guión y un espacio. Su madre, a los cinco años, lo llevó a la tumba de su hermana, y él pudo ver su lápida esperándolo.
A los 14 años, su madre lo llevó a un psiquiatra, y desde esa edad hasta su muerte estuvo en distintos tratamientos. Sufría vértigo y agorafobia. Luego padeció de claustrofobia y ataques de ansiedad, infinidad de síntomas, de ahí que desde los 14 años hasta que se murió estuvo en distintos tratamientos.
Cuenta que su madre una vez le gritó que hubiese sido mejor que fuera él quien estuviese muerto en lugar de su hermana.
A los 24 años decidió dedicarse profesionalmente a la ciencia ficción, quería dedicarse a ser un escritor serio pero le rebotaron todas sus novelas.
En 1955, se presentan dos hombres en su casa. Eran del FBI. Lo visitan regularmente. Si alguien es paranoico o no, si le caen unos agentes del FBI a la casa…
Con su novela El hombre en el Castillo gana el Premio Hugo de novela de ciencia ficción en 1963.
Había escrito anteriormente una novela Ojo en el Cielo. En ese mismo año de 1963, tuvo una experiencia caminando por la calle, en la que al levantar la vista, ve un rostro metálico en el cielo, un rostro de maldad. Esto lo continúa viendo durante algunos meses.
En 1964, en Berkeley, ve que el mundo estaba cambiando, y el encajaba perfectamente en ese nuevo mundo. Prueba LSD.
Fue un gran lector. Leyó el caso del Presidente Schreber, y sus grandes preguntas que lo acompañaron toda su vida fueron: ¿Qué es real? Y ¿qué es ser humano? Gran lector de filosofía y un gran melómano. Esas preguntas atravesaron su vida, si lo que vivimos es real o si esto es un juego de un genio, o de un Dios maligno o benigno quizás.
En 1965 conoce al Obispo Anglicano James Pike. Con él discuten de religión, y el Obispo lo introduce en el conocimiento de los esenios y la gnosis. Escribe Ubik.
En 1969 muere el Obispo Pike quien le había hablado de Los Rollos del mar muerto, donde puede haber una lectura diferente de los textos de la Biblia, y una imagen de un Jesús humano, en la última cena en vez de pan, ingieren un hongo alucinógeno. El Obispo, muere en el desierto buscando respuestas por la muerte de su hijo, que se suicidó luego de tomar LSD. Esa búsqueda en el desierto la cuenta en otro de sus libros, de una manera bastante cómica.
Esa muerte lo afectó demasiado, ese mismo año lo internan por abuso de anfetaminas, y sufre lesiones renales y de páncreas.
Comienza a escribir Fluyan mis lágrimas, dijo el policía y ante una nueva crisis, deja ese libro sin terminar.
Para la escritora Ursula Le Guin, “es el Borges americano”, es decir norteamericano. Para el escritor polaco Stasnislaw Lem, “un visionario entre charlatanes” escribe en un artículo en el que critica toda la ciencia ficción americana, rescatando exclusivamente a Dick.
Tuvo cinco esposas.
En 1971, dinamitan un archivero que había comprado para mantener a salvo todos sus escritos y documentos. Sospecha del FBI y de la CIA.
Lo invitan, por gestiones de la escritora Ursula Le Guin, a la “Segunda Convención de Sci FI” en Vancouver a realizarse en 1972. Concurre y lee El androide y el Humano.
Desaparece dos semanas en Vancouver, y reaparece internado en le clínica X- Kalay.
En 1973 escribe Una mirada a la Oscuridad. Nace su hijo Christopher.
El 20/2/ 1974 sucede lo que para él fue la experiencia que lo marcó hasta el resto de su vida, la que él llamó la experiencia VALIS, la cual que quiso contar y dejar al mundo. Tocan el timbre en su casa y es una joven, de una farmacia, que le lleva unos medicamentos. La joven lleva una cadena con el símbolo de un pez. Philip le pregunta qué es, y ella le contesta que es el símbolo por el que se reconocían los primitivos cristianos. Vió un resplandor que salía del collar, y luego una luz rosada que lo invadía. A partir de allí, cayó en un estado delirante. Soñaba con libros, aparecía sentado en la cama en mitad de la noche balanceándose y repitiendo “Libera me, Domine”. Alucina colores, ve cuadros de Klee, Kandisky y Picasso. Tuvo el don de la glosolalia y de precogniciones. Eso le permitió salvar la vida de su hijo Christopher, advirtiendo que su hijo tenía una hernia inguinal derecha estrangulada, lo cual no le creían pero ante su insistencia es evaluado y resulta que eso estaba ocurriendo.
En esta experiencia que llamó VALIS (Vast Active Living Intelligence System) traducida como SIVAINVI (Sistema de Vasta Inteligencia Viva) sentía dentro suyo la presencia de otra persona, entre ellas Thomas, que era un cristiano que vivió en el año 70 d. C.
Así llegamos a SIVAINVI, esta novela, donde aparece como personaje dentro de la novela el propio Philip Dick y un alter ego, Amacaballo Fat, y en determinado momento, Thomas hablando dentro de Amacaballo. Este personaje Amacaballo Fat es una deformación de su nombre, Philip por Filipo, en griego el hombre que ama los caballos, y Dick que en alemán se corresponde con gordo. Estos personajes que hablan entre ellos es algo que Dick mencionó que le sucedía en la vida cotidiana.
Intercala en la novela, partes de lo que él llamó Exégesis, que es el relato de su experiencia y los pensamientos que lo ocuparon tratando de explicarla. Un sincretismo de religiones y visiones filosóficas provenientes de los esenios, el zoroastrismo, la kabalah, la biblia y los presocráticos.
Se monta su discurso sobre el hippismo de la época y la cultura psicodélica, aunque él no fuera propiamente un hippie.
Solamente una vez en la vida tomó LSD, sí tomaba anfetaminas en grandes cantidades para escribir en algunas, en muchas ocasiones.
Su esposa Tessa lo abandona y se lleva a su hijo Christopher, realiza un nuevo intento de suicidio, tomando pastillas, cortándose las venas, encerrándose en el garaje, y dejando el auto en funcionamiento.
Lo invitan a dar una conferencia en Francia, en Metz. El título de la conferencia es “Si creen que este mundo es malo, deberían ver alguno de los otros”.
El 17 de febrero de 1982 tiene una entrevista con un periodista, y al día siguiente lo vecinos lo encuentran inconsciente. Queda en coma internado, y el 2 de marzo de 1982 lo desconectan.
Su padre anciano lo lleva a la tumba que tenían preparada desde la muerte de su hermana.
Puedo señalar en una elección muy personal, las obras de Dick que me parecen más significativas:
Ojo en el Cielo
Ubik
El hombre en el castillo.
Tiempo de marte
Una mirada a la Oscuridad
Fluyan mis lágrimas, dijo el policía.
La transmigración de Timothy Archer
Sivainvi.
De esta última quiero leer una cita, soy lego en el tema del psicoanálisis, pero me pareció muy fuerte, una de las entradas de Valis, la número 47. Yo que soy un lego en el tema de psicoanálisis, me llamó la atención la figura que utiliza para explicar el cosmos: “Cosmogonía doble fuente. Lo Uno era y no-era combinadamente y deseaba separar el no-era del era. De modo que generó un saco diploide que contenía…a un par de mellizos, cada cual un andrógino, que giraban en direcciones opuestas.
El proyecto de lo Uno consistía en que ambos mellizos llegaran a ser simultáneamente; pero motivado por el deseo de ser…la melliza que giraba contra la dirección del reloj, rompió el saco y se separó prematuramente. Esta era la melliza oscura. Por lo tanto, resultó defectuosa. Cuando el término se cumplió cabalmente el mellizo juicioso salió a la luz.
El mellizo que había llegado a la plenitud…avanzó correctamente a través de las sucesivas etapas de su desarrollo, pero la melliza de nacimiento prematuro,…, languidecía.”
A leerlo, y conociendo su biografía, no pude más que pensar en el mundo que postulaba, que remitía de alguna forma, a su propia historia de nacimiento.
Dejo de inmiscuirme en temas que no me competen, y comentaré ahora mi libro ¿Dónde está ahora, Señor Dick?
Es una novela que escribí a partir de un comentario que escribe Emanuelle Carrere en la biografía de Philip Dick, Yo estoy vivo, vosotros estáis muertos, en la cual señala que luego de la conferencia que da en Vancouver, pasa unos días con una pareja que por insoportable lo hecha, y durante dos semanas ninguno de los biógrafos puede dar cuenta de lo que le sucedió en esos días, luego de los cuales aparece internado en la clínica que les mencionaba, él tampoco nunca dijo qué hizo. A partir de ese comentario, se me ocurrió imaginar qué puede haberle pasado a Dick en esas dos semanas.
Entonces decido escribir una novela en la cual, al escritor Philip Dick, le ocurre, le hago padecer lo que él le hizo padecer a sus personajes en sus novelas. Es decir, Philip Dick viviendo en una de sus novelas.
Como cuestiona permanentemente la realidad, lo que le ocurre puede leerse no como una certeza, sino como una duda. Puede que lo que le pasa sea real, o solamente una visión de su mente, un tanto confundida.
¿Son reales los habitantes de la ciudad? ¿La ciudad es una ciudad real o un decorado?
¿Es un plan del FBI para enloquecerlo y atraparlo? ¿Y por qué?
A los únicos que encuentra que parecen humanos son hippies. La declaración que pongo en el epígrafe de la novela, también lo hago recorrer otros tiempos: uno pasado, y otro futuro. El ha mencionado que muchas personas hablan de vidas pasadas, pero que no conoce a nadie, como él que conozca un presente diferente. También le hago jugar en la novela otros dos tiempos. Este tiempo en Vancouver es una ficción y en realidad estamos viviendo en el año 70 después de Cristo, el Imperio nunca terminó, que es una frase que atraviesa su obra.
Como me encariñé con el escritor y con el personaje, le otorgo a ese espíritu creativo un toque de heroicidad, también a lo Philip Dick: un antihéroe, como muchos de los personajes que pueblan sus novelas. Esa heroicidad tanto en Roma como en otro tiempo, en el año 1978 en Argentina.
En Roma es el encargado de llevar el Santo Sudario y lo atrapan, en Argentina es el encargado de contactar con los grupos que denunciaban a la dictadura en el mundial, trayendo dos rollos de fotos de la NASA, con fotos del cadáver de Dios flotando en el cielo –lo que está en una de sus novelas– y fotos de los desaparecidos que aparecen en el río, tampoco le va bien en esos tiempos, para cerrar de algún modo “a lo Dick”.
Eso sería el argumento y el desarrollo que hago en la novela.
Con esto termino mi exposición y les agradezco.