Palabras de apertura de las V Jornadas Anuales de la EOL Sección La Plata

V JORNADAS ANUALES DE LA EOL SECCIÓN LA PLATA: CUERPOS Y DISCURSOS La Plata, 10 de noviembre de 2018

 

 

 

 

Diana Wolodarsky

 

Hoy más que nunca está demostrado que la anatomía no siempre se corresponde con el orden simbólico establecido cultural y socialmente.

Tras las verdades palabreras de sentido, el real de “Un cuerpo” habla.

El debate está instalado: el deseo y la elección sexuada se anteponen a las evidencias y el sujeto se autoriza, fundando y defendiendo sus derechos.

En sus últimas enseñanzas Lacan da cuenta de la noción de acontecimiento, localizando allí una de las causas acerca del modo en que se vive un cuerpo. Definiendo que lo que hace acontecimiento es lo que resulta del choque del significante en el cuerpo. Trauma, marca de lo Uno del que nada se sabe a menos que una experiencia analítica equivoque las palabras al sinsentido, en las que se hace oír lo singular del sujeto.

Causa desconocida en tanto el silencio pulsional opera contrabandeando un goce ignorado, pero eficaz, el cual se hace presente en el cuerpo en forma de síntoma. Cuerpo que habla o al decir de Bassols, “cuerpo parlante”. (1)

Lacan modifica la lectura del cuerpo en diferentes momentos de su enseñanza.

Partiendo del sujeto y de un inconsciente estructurado como un lenguaje, dará cuenta en su última enseñanza del parlêtre –que viene al lugar del sujeto– referido ya no a un ser de lenguaje, sino, a las marcas provenientes de lalengua.

Punto de clivaje con el inconsciente freudiano y con la noción de repetición, y el advenimiento de la subversión lacaniana –del Nombre del Padre a su pluralización–, al introducir la noción de objeto y de inconsciente real.

En ese pasaje del lenguaje a lalengua, de sujeto a parlêtre se produce también un cambio de perspectiva respecto del estatuto del cuerpo.

Leeremos en el Seminario 23: No se es un cuerpo, se tiene un cuerpo. (2)

Se lo tendrá en tanto se lo subjetive a partir de esa empresa fundacional que es la de llegar al mundo alojado en el deseo del Otro en términos de discurso, y del efecto de acontecimiento de cuerpo.

Opto por tomar algunas referencias de Lacan que me resultan orientadoras, a fin de reflexionar acerca de la manera en que podríamos abordar el binario “cuerpos y discursos”:

1- el inconsciente está estructurado como un lenguaje (que responde al primer momento lacaniano de “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”) (3). El significante y su efecto de mortificación sobre el cuerpo.

2- El Seminario 10 marca ese paso crucial del cuerpo leído bajo la lógica falo/castración a otra que contabiliza un elemento intrusivo que descompone la imagen especular, dando cuenta de un real que recorta un goce por fuera de los sentidos conocidos y manipulados por el sujeto. (4)

3- En el Seminario 11: considera al inconsciente “homólogo a los orificios del cuerpo”. (5)

Zonas erógenas, agujero y borde. Presencia del objeto a.

4- En el Seminario 20: otra definición crucial, “El lenguaje es una elucubración de saber sobre lalengua”. (6)

Lacan avanza distanciandose del lenguaje en dirección a lalengua, sede de marcas primordiales de las cuales no hay significante que alcance a nombrarlas. Ficción y fantasma intentan velar el real en juego. El síntoma como defensa apunta a ese no querer saber. Se trata de desnaturalizar el ser del sujeto y ubicar el advenir del mismo en tanto apropiarse de un cuerpo. Aquel posible de armar por la vía del semblante.

No es sin las estructuras que podemos considerar nuestra clínica, así como la de los enganches/desenganches o la de lecturas de predominio de los registros RSI.

Indagaremos hoy, seguramente, las diferentes manifestaciones clínicas acerca de cómo las palabras afectan los cuerpos. Que no es más que tratar de elucidar cómo un sujeto habita su cuerpo, así como un sujeto habita su casa: si más o menos en orden, si cuidada o caótica, como un objeto amable o al modo de un desecho.

Qué vicisitudes acontecen: de salud en términos de afecciones reales o conversivas, de pensamientos mortificantes que echan raíces en el cuerpo, de inhibiciones en términos de alguna función que contradice el supuesto deseo del sujeto.

Fenómenos que afectan con sentimientos de extrañeza y ajenidad, o fenómenos extraños al sentido común que un sujeto toma con absoluta certeza. Afectos de dolor, de pena que lo desvitalizan, fenómenos de fragmentación y desmembramiento.

Así podemos afirmar que el cuerpo es eco de un decir (7), apuntando a esa contingencia significante que torna a ese goce necesario.

Las vías del saber y el desciframiento resultan insuficientes, y es un nuevo estatuto del cuerpo, del inconsciente y la interpretación que operan en la vía de obtener el relieve de un goce, del objeto y recortar un trozo de real.

“Conducir a un sujeto a los elementos absolutos de su existencia contingente (8), es la operación analítica que propone Miller en Sutilezas Analíticas.

Esta será posible en la medida que ese hablar pase a un decir que recorte el peso de la materialidad significante, el peso lógico del objeto.

El sujeto en tanto tal hace pantalla a lo real. Podemos decir, allí donde el sujeto calla en el saber y la creencia en el padre, el parlêtre hace hablar lo real del goce en la creencia de la inexistencia del Otro.

Entre cuerpos y discursos, qué diremos de la función o lugar del analista.

Extraigo dos operaciones que entiendo se corresponden a este movimiento de sujeto a parlêtre, afectando el cuerpo y que pueden verificarse en algunos testimonios de Pase.

-El desprendimiento del objeto que el analista encarnó para el analizante

-El fuera de sentido que el analista opera, a fin de que surja el significante que hizo trauma en el sujeto.

Resultaría de ellas un recupero de lo vivo del goce que resta de aquella mortificación. Un nuevo uso del síntoma, un uso práctico. Un nuevo modo de vivir la pulsión y, en consecuencia, un nuevo modo de llevar el cuerpo.

 

 

 

Notas:

(1) Bassols, M.: “Scilicet, el cuerpo hablante de la AMP”, en Scilicet. El cuerpo hablante, sobre el inconsciente en el siglo XXI, Grama, Buenos Aires, 2015, pág. 13.

(2) Lacan, J.: El Seminario, libro 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2005, pág. 147.

(3) Lacan, J.: “Función y campo de la palabra en psicoanálisis”, en Escritos 1, Siglo XXI editores, Buenos Aires, 1984.

(4) Lacan, J.: El Seminario, libro 10, La angustia, Paidós, Buenos Aires, 2007.

(5) Lacan, J.: El Seminario, libro 11, Los cuatros conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1984, pág. 207.

(6) Lacan, J.: El Seminario, libro 20, Aún, Paidós, Buenos Aires, 1975, pág. 167.

(7) Óp. Cit. n° 2, pág. 18.

(8) Miller, J.-A.: Sutilezas analíticas, Paidós, Buenos Aires, 2011, pág. 94.