Migajas freudianas

CONFERENCIA INTERNACIONALFACULTAD DE PSICOLOGÍA UNLP Y EOL SECCIÓN LA PLATA– UNLP La Plata, 1 de octubre de 2019

Vicente Palomera

 

Eduardo Suárez: -Muy buenas tardes, es un gusto para mí dar la bienvenida a este acontecimiento del psicoanálisis, del psicoanálisis de la orientación lacaniana en la Universidad y en nuestra facultad. Hace unos cinco años, en un marco como este, recibíamos en este lugar a otro psicoanalista de Barcelona, entonces Presidente de la AMP, a Miquel Bassols y un poquito antes, también en el mismo marco a Marie-Hélène Brousse, de modo que hoy tendríamos un tercer acontecimiento que ya nos arma una primera serie. Una primera serie que comenzó en los tiempos de la creación de la EOL Sección La Plata, la que en el día de hoy, pasados seis años, es una institución fuerte, que ha crecido y tiene la fuerza como para organizar un evento como éste en conjunto con la Facultad. Quiero por eso, esta vez como profesor de la Facultad, agradecer al Directorio y a la Instancia Diagonal de la Sección La Plata, a Paula Vallejo, su directora, y en la persona de Alberto Justo a todos los que discretamente colaboraron para este evento hoy, como así también al Instituto Clínico de Buenos Aires y a su directora, Graciela Brodsky por la generosidad que ha tenido de facilitar que nuestro invitado esté hoy presente, ya que él había venido con motivo de la celebración de los 25 años del Instituto Clínico de Buenos Aires a una conversación clínica que tendrá lugar este sábado de 9 a 18 horas en Buenos Aires. Quiero finalmente destacar y agradecer el compromiso del Decano Xavier Oñativia y de la Vicedecana María Cristina Piro que están presentes aquí hoy, y de todas las secretarías que conducen porque efectivamente es un fuerte compromiso que ellos tienen para con el psicoanálisis y en particular el psicoanálisis de la orientación lacaniana. Realmente es un movimiento que ha tomado a partir de su gestión un vigor decisivo ya que, como viene siendo desde hace un tiempo, han puesto todos los recursos institucionales para el desarrollo del psicoanálisis en esta Facultad. Así que es un hecho que celebramos, que agradecemos, porque tanto el psicoanálisis como la Universidad pública se lo merecen. Y por último, quiero decir que esta es una oportunidad que se abre para que una sociedad sin fines de lucro, como es la Sección de la EOL en La Plata, y la Universidad pública, tengan una cierta sinergia y puedan seguir trabajando en este tipo de eventos, como ya lo hacen numerosos psicoanalistas en la ciudad, ad honorem muchas veces, y a título personal colaborando con la formación de los psicólogos en todas las instituciones. Estamos en ese camino, que es un camino que podríamos decir un poco a contra corriente, porque son poderosas las posiciones que dicen que en la Argentina hay mucho psicoanálisis y mucha universidad pública. Muchas gracias (Aplausos)

Paula Vallejo: -Buenas tardes, en primer lugar quiero agradecer en nombre de la EOL sección La Plata a las autoridades de esta Facultad, al Decano Xavier Oñativia y a María Cristina, Maqui,Piro, su Vicedecana, no sólo por su presencia sino también por todo lo que pusieron a disposición para que este evento pudiera hacerse, para que estuviéramos hoy acá. También quiero mencionar y agradecer a Alberto Justo que hizo el contacto con Vicente, por su relación de trabajo ya de hace tiempo, y quiero agradecerle a Vicente por su presencia hoy y por haber aceptado nuestra invitación. Tengo entonces el honor y el inmenso gusto de presentarles a nuestro invitado, Vicente Palomera. Vicente ha venido hoy a hablarnos de la clínica freudiana, es un psicoanalista de extensa trayectoria, es miembro de la AMP y de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis de España. Ha sido presidente de esta última durante los años 2002 al 2004, así como también de la Federación de Escuelas de Psicoanálisis del 2007 al 2010; ejerce su práctica analítica clínica en Barcelona, y es coordinador de la Sección Clínica en Barcelona que forma parte del Instituto del Campo Freudiano. Además, es Doctor en Psicoanálisis por la Universidad de París VIII y ha sido nominado AE, analista de la escuela, luego de haberse presentado en el dispositivo del pase para dar testimonio sobre su análisis y el fin del mismo. Esto fue desde el año 1999 al 2002. Todo lo que acabo de decir constituye el currículum formal podríamos decir, o algunos detalles del currículum formal de Vicente Palomera, pero no quiero dejar de mencionar lo que él ha sido para muchos de nosotros, de mi generación, que nos hemos formado en la carrera de psicología en esta Facultad, no en esta sede, pero sí en esta Facultad. Nosotros conocimos a Vicente a través de los textos, a través de sus escritos, y particularmente sus escritos sobre la clínica de la psicosis, ya que él es una referencia en el campo de la psicosis. Recuerdo incluso que sus textos circulaban como ficha de cátedra de alguna materia de psicoanálisis y que como decía él mismo en la conversación que tuvimos, es la prueba de que el significante nos antecede a todos. Antes de darle la palabra a Vicente, quiero detenerme brevemente en un detalle que llamó mi atención del título que nos propuso para su conferencia, detenerme sobre todo en la palabra “migajas”, que inmediatamente nos sugiere la idea de algo pequeño, una porción, un trozo. Pero me interesa rescatar otra acepción del término que relaciona las migajas con los restos. La definición del diccionario dice así: “los restos que una persona no aprovecha y que da a otra para que los use”. La idea entonces de restos a ser usados, me evocó lo que fue la vía del descubrimiento freudiano del inconsciente y la invención del psicoanálisis, a partir de los desechos de la vida psíquica; esos desechos de lo mental que son el sueño, el lapsus, el acto fallido y también el síntoma. Entonces, esas migajas, piezas sueltas que se van recortando en un análisis dan cuenta de una orientación que a distancia de los ideales, apunta a poner de relieve lo que Jacques Alain Miller denominó la salvación por los desechos. Los invito entonces hoy a recoger las migajas freudianas que Vicente ha querido preparar para nosotros en esta ocasión. Muchas gracias (Aplausos)

Vicente Palomera: -Bueno, muy buenas tardes a todos y he de decir que es con mucho gusto que estoy aquí, mucho gusto por las palabras que me han precedido que Eduardo Suárez ha pronunciado, que Paula Vallejo acaba de expresar, al Decano de esta Facultad, Xavier Oñativia, que nos ha acogido en una pequeña previa recepción y con el que hemos tenido la ocasión de conversar acerca de la situación de los saberes que comportan los estudios de psicología o de psicoanálisis en este momento en Argentina pero también en el mundo. Y expresar en definitiva que me siento muy agradecido, muy honrado y que voy a hablar como acaba de ser ya mencionado por Paula de algunas migajas. Ella ha hecho ya una buena lectura al declinar el título de migajas, es decir, desperdicios, restos, desechos, marcas, Cuando propuse este título por intermedio de Alberto Justo partía del hecho que recibe todas sus cartas de nobleza desde Kierkegaard, autor de “Migajas filosóficas”, aunque son otras las migajas a las que me referiré, ya que es Lacan quien se refiere a ellas en su escrito L’étourdit(“El Atolondradicho”) para hablar de “migajas psicoanalíticas”.

He de decir que al entrar y ver el numeroso público que asiste a esta conferencia, he cambiado la perspectiva de lo que voy a hablar; pensaba en un auditorio más reducido, y hablar con un tono más próximo de algunos casos de Freud que estoy trabajando últimamente que son los que me llevaron a dar este título de “Migajas freudianas”, viñetas clínicas que son verdaderas joyas clínicas y que por las características de este auditorio voy a dar a esas migajas un abordaje más general, en la amplitud que ha dado ya Paula cuando hablaba de desechos y de restos de la clínica, de piezas sueltas tal como nos referimos a partir de la última enseñanza de la Lacan. Como acaba de recordar recibí una invitación del Instituto Clínico de Buenos Aires para participar en la Conversación Clínica que conmemora el 25 aniversario de su fundación. Inmediatamente, recibí la invitación de los colegas de la EOL de Córdoba, a través de mi amigo, Alberto Justo, que me transmitió la posibilidad de venir a la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata. Se me informó además que el tema de las Jornadas Nacionales de la EOL iba a ser sobre “El inconsciente, aún”. Entonces, lo que voy a hacer es la articulación de lo que propuse como “migajas freudianas” con el tema del “inconsciente hoy”, es decir, hablarles del inconsciente en la perspectiva de la importancia de las migajas freudianas y para ello  nos apoyaremos en el Seminario de Lacan titulado “Aún” (Encore). Si partimos de este seminario, el término que correspondería a migajas es la “letra”, el significante solo, separado de la cadena. La letra es lo que más se asemeja a lo que es una migaja, un resto, un desecho, una marca residual, un desperdicio. Para Lacan la letra es una de las modalidades de presencia del significante en el inconsciente.

Berazategui

Recordemos que en el Seminario 20 Lacan aporta una nueva definición del inconsciente, establece una definición a partir de la distinción que va a hacer entre el lenguaje y lo que llama lalengua, un neologismo. Cuando llegábamos a La Plata con Alberto Justo, leía los rótulos: Quilmes, Hudson, Berazategui… ¡Berazategui! Recordé entonces a una analizante que evocó un momento que quedó grabado en su memoria. El momento: la época del control de esfínteres. Al entrenarse en el uso de la pelela, la madre arrojó la caca por el inodoro. Entonces, la pequeña inquirió: mamá ¿a dónde va a parar eso?. La madre respondió “va a Berazategui”, al canal que va a Berazategui.  Lo que ella oyó era que iba “a ver a Zategui”, a un tal Zategui. Pues bien, lalengua es algo fabricado así, como Berazategui. Nos da una idea del modo en que está hecha lalengua: las marcas sonoras que quedan grabadas por estar separadas de la significación, letras que quedan cuando al ser oídas dan lugar a los equívocos a los que la lengua oída está sometida, especialmente antes de haber pasado por la lectura y la escritura. El nombre de la localidad de Berazategui acabó convertido en esta especie de “monstruo oral” en el que el topónimo de una ciudad puede acabar en “ver al señor Zategui”.

La novedad del Seminario 20 reside en el hecho de que Lacan explica la estructura del inconsciente a partir de la introducción de lalengua, es decir, que el lenguaje tal como lo conocemos, con su ordenamiento léxico-gráfico, el lenguaje con su valor de conversación, no es algo que venga dado de entrada. No es primario sino secundario. Lo que llamamos lenguaje es una elucubración, una elaboración, la que Saussure y Jakobson llevaron a cabo para, construir la ciencia del lenguaje, Es decir, el lenguaje es segundo respecto a lalengua, el lenguaje es un derivado de lalengua. Lo primario es lalengua. Bajo este término de lalengua, Lacan señala lo que es nuestro asunto particular, a saber, la relación de cada uno con la lengua materna. El término lalengua le permite a Lacan designar lo que, en cada uno de nosotros, queda de nuestra relación con la lengua materna, las migajas que quedan de nuestra relación con la lengua materna en una edad en la que todavía no hemos aprendido a leer o a escribir, cuando, a una edad muy temprana, estamos confrontados a esta dimensión de los equívocos de lalengua.

En una conferencia reciente de Jean Claude Milner en Berlín habla del “giro joyceano” que supone la última enseñanza de Lacan, a partir del Seminario 20. En su escrito “El Atolondradicho” Lacan define lalengua como “la integral de los equívocos que de su historia persisten en ella”. Podemos decir en efecto entonces, que estos significantes de lalengua se forjaron a partir de vínculos que no respondían al orden del léxico, se trata de esto. En su Curso sobre La fuga del sentido, Jacques-Alain Miller se refiere a Michelle Leiris para explicar esta noción de lalengua. Michel Leiris, contemporáneo de Lacan en los años anteriores a la guerra, etnólogo, autor de África fantasma y de La Regla del juego, esun escritor con una muy particular escritura. Existe una fotografía de Brassai donde vemos a Jacques Lacan con Pablo Picasso y entre otros Albert Camus, Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartrey Michel Leiris. Posee una escritura en la que juega constantemente con los equívocos de lalengua, En el primer volúmen de La Regla del juego, titulado Biffures (Tachaduras en la traducción española) cuenta, entre otros, el recuerdo infantil, en el que, un día, jugando con sus soldaditos de plomo, en un momento determinado vio caer uno de sus soldados. Angustiado ante la probabilidad de que se hubiera roto su querido y precioso juguete, al ir a recogerlo y ver que estaba intacto, exclamó con alegría “reusment” (“nosmal”), Su madre al lado, replicó: “No se dice “reusement” (“nosmal”), se dice “heureusement” (“menos mal”). Ese significante quedó depositado en su recuerdo de modo indeleble. La manera en que Lacan define el inconsciente es justamente como un saber indeleble depositado en lalengua es esto.

El goce de Michel al comprobar que el soldado estaba intacto, su felicidad vibrando en su jaculación “reusement!” (¡nosmal!), quedó quebrada por la corrección de la madre que le interpela: “No, no se dice así, se dice de esta manera”, momento de pérdida al ser atacada esa palabra que él ultilizaba para aplicarla a todos sus momentos de felicidad y placer. La réplica materna supuso un ataque más fundamental, si cabe, porque atentaba al lazo más íntimo con su lengua privada, con su lengua materna. Imaginemos por un instante que el Otro materno hubiera exclamado “¡Genial! Esta palabra que acabas de decir, Michel,  “reusement! “. Cuando venga papá se lo contaremos”. Sabemos que Leiris siempre tuvo un marcado tono depresivo y se dedicaría toda su vida a escribir un tipo de literatura en la que nadie pudiera corregirle y decirle: “Esto no se dice así”. Lean, por ejemplo su libro-diccionario:  Langage Tangage

La letra, cuenco de lalengua.

El inconsciente es pues un tipo de saber de este tipo, un saber indeleble depositado en lalengua, un saber que se presenta como una huella, como una inscripción, como un trazo, como escritura de lo que fue nuestra relación originaria con lalengua materna. Observen que Lacan dice “saber indeleble”, y la cuestión entonces es por qué este saber que va a fijarse de manera indeleble en lalengua, que no se va junto al fluir del lenguaje sino que permanece, queda depositado en un cuenco, en las letras de lalengua, tal como escribe Lacan en su escrito “Lituraterre”, La pregunta es ¿por qué esas letras son indelebles? La primera razón concierne al carácter enigmático de los significantes que están ahí en juego, como en Berazategui. ¿Por qué los significantes de lalengua son enigmáticos y desprovistos de sentido? Si estos significantes de lalenguapresentan un carácter enigmático es debido a que permanecen aislados de la cadena significante. Ya en el Seminario 3, La psicosis, Lacan señala que el significante solo, aislado, es idiota. Un significante solo no quiere decir nada. Estos significantes de lalengua, estos “Berazateguis”, funcionan de este modo, no hacen cadena con otros significantes, están aislados, funcionan como una letra. La letra es el significante cuando está separado de la cadena significante y es precisamente entonces que al estar separado de la significación que ese significante queda enigmático. Lo encontramos en las experiencias de perplejidad del sujeto en la psicosis cuando se halla confrontado a un significante aislado: éste se convierte en algo totalmente enigmático e incomprensible. Entonces, cuando Lacan dice que el inconsciente es un saber indeleble depositado en lalengua, quiere decir que lalengua es un depósito de estas letras separadas de la significación, separado del sentido. Freud lo atisbó, en 1897, al señalar la importancia de este fenómeno. Al referirse a la estructura del fantasma señala que el fantasma está construido sobre cosas oídas pero no comprendidas. Esto es, el significante aislado de la significación: lo oído antecede a lo comprendido: primero la marca sonora del significante y luego, más tarde la conexión con otro significante permite la precipitación de un sentido. Lo que Freud señala es que guardamos cosas oídas y no comprendidas en la memoria, fuera del sentido. Esa es la primera razón que hace que estas huellas, estas marcas del significante, queden grabadas en el inconsciente como un saber indeleble.

Pero, hay todavía otra razón que explica por qué el saber inconsciente va a fijarse en esos significantes solos, esos S1 separados de la cadena S1–––>S2. En efecto, esos significantes aislados, encarnados en lalengua, de los que Lacan dice en el Seminario Aún, que permanecen indecisos entre el fonema, la palabra, la frase, incluso todo el pensamiento, estos S1, van a fijar algo del goce del cuerpo en el momento mismo en el que el sujeto hace la experiencia de un imposible. Es decir, que cada vez que el sujeto hace la experiencia de un encuentro con un imposible, encuentro por tanto con el goce, con lo real, es entonces cuando algo va a fijarse. El ejemplo que recordé antes de “reusement” (“nosmal”) ejemplifica esto, algo de la alegría del niño se cortó: él estaba feliz con su palabra mágica para todo uso, su “reusement”, y de golpe se cortó su alegría, o más bien le dejó pasmado, “cortado” –como decimos en España– sin palabras. Vemos muy bien en ese episodio fijado indeleblemente lo que Lacan señala como de pérdida: pasaje del goce de la lengua privada (goce autoerótico de lalengua) al gran Otro. El pasaje de lalengua al lenguaje es el trabajo de desmaternalización realizado en la escuela, algo sobre lo cual los educadores trabajan: el carácter traumático de la lengua. Por tener que pasar por el lenguaje articulado, algo de ese goce primero se pierde.

El significante es causa de goce

Entonces, el inconsciente está hecho de estos S1, esta serie de S1 en cada uno de nosotros, que han quedado escritos al modo de una traza, como una huella. El nuevo axioma de Lacan parte de la constatación clínica según la cual el significante en su estatuto de letra, es decir, el significante en tanto está separado de la significación, es lo que causa goce. El significante causa goce cuando está separado de la significación. Considerando que no hay otro aparato de goce que el lenguaje, en un momento determinado Lacan declara: “El inconsciente es que el ser hablando goza, –y agrego–, no quiere saber más”.

En la conferencia que Lacan impartió en Ginebra, en 1975, Sobre el síntoma habla de que muy tempranamente en el niño hay algo, un colador que se atraviesa, por donde el agua del lenguaje resulta que deja algo al pasar, algunos detritos con los cuales él va a jugar, con los cuales tendrá que arreglárselas, o sea: uno se queda con esos detritos, esos restos o migajas. Estas huellas, a estas marcas, estos S1, se sedimentan en cada uno cuando comienza a abordar esta relación sexual a la que desde luego nunca llegará. O sea, con el encuentro con algo que no acaba de hacer proporción, que no acaba de hacer medida en el campo de la diferencia sexual. Así Lacan pone en tensión de un lado, la realidad sexual, es decir la experiencia de goce que hace el sujeto, y de otro, lo imposible al que está confrontado este sujeto en su intento ilusorio por alcanzar esa relación sexual que dice Lacan nunca llegará, ya que en ningún lado existe un saber que le permitiría estar en perfecta adecuación, en perfecta armonía con el otro, en el sentido del Eros freudiano definido como fusión, es el tema de Aristófanes también cuando habla del banquete, no habla de la idea de armonía, de fusión, etcétera, esa idea de Lacan justamente de que esta coalescencia, este soldamiento digamos que se opera entre la realidad sexual y el lenguaje, es lo que responde al encuentro que hace inevitablemente el sujeto con este imposible. Lo que Lacan plantea es que este agujero en el saber concerniente al goce, agujero en el saber dice, es revelado de algún modo en el momento mismo del surgimiento del goce. Lacan califica de real esta ausencia de relación sexual, de proporción sexual, este agujero en el saber, dice que es esto lo que hace troumatisme, con el equívoco en francés (traumatisme-troumatisme). Para abordar esto, Freud escribió un texto sobre las teorías sexuales infantiles, esto es, en el momento en que un sujeto se encuentra con lo real de la existencia y de la sexuación, con el agujero en la existencia y el agujero en la realidad sexual.

La tesis que Lacan desarrolla en el Seminario 21 es que el saber del inconsciente (hecho de estos significantes amo de lalengua que va a fijar las puntas de goce) es un invento que hacemos para colmar el agujero en lo real. El 21 de mayo de 1974, Lacan declara que el inconsciente es un saber que testimonia del encuentro con un real, un saber que toca los bordes de lo real, o sea que el saber del inconsciente es una invención de saber que intenta colmar ese agujero de lo real, y suplir la ausencia de relación sexual.

Del inconsciente como cadena/ al inconsciente como “enjambre”

Estamos señalando una nueva axiomática abierta por Lacan en el Seminario Aún, a partir, de un inconsciente hecho de lalengua, inconsciente constituido a partir una serie de significantes aislados, que fijan puntas de goce y cuya particularidad es que no producen significación y permanecen incomprensibles para el mismo sujeto. Es decir, que se trata de un saber depositado en las letras de lalengua y que es incomprensible para nosotros mismos. El inconsciente es un saber que no sabemos saber, un saber que está a la espera de poder ser esclarecido o extraído de algún modo. En suma, este saber inconsciente, que ha llegado a depositarse en lalengua como un trazo, como escritura, es un saber del que se puede decir que no hay ningún sujeto que lo sepa. Por su lado, ese saber del inconsciente es un saber que sabe hacer con la letra. Ese saber indeleble es un saber sin subjetivar. En definitiva, de este saber depositado en lalengua y que le concierne en lo que tiene de más íntimo, el sujeto no puede decir nada, es un saber en souffrance, que está a la espera de conectarse con un S2.

El sujeto sabe que ese saber lo concierne, que ese saber debe tener una significación, pero no sabe cuál, es un saber que, desde este punto de vista, tiene la misma estructura que el fenómeno elemental. Aquí, como en otros sitios, la psicosis pone la estructura al desnudo, el fenómeno elemental está aquí para manifestar este estatuto originario de la relación del sujeto con lalengua, igual que un sujeto psicótico sabe que ese dicho le concierne, que tiene significación, pero no sabe cuál. O sea que nosotros frente al inconsciente tenemos una relación homóloga a esta del sujeto psicótico ante el fenómeno elemental. Esto lo dice Miller en un texto que recomiendo para entender este inconsciente, que se llama «El reverso de la interpretación», que pronunció en 1995 y fue una verdadera bomba; el inconsciente interpreta mucho mejor que los analistas, no hace falta que nos pongamos a discutir con el inconsciente, va siempre a ganar. Entonces, exactamente lo que viene a decir ese texto de Miller es que hay una opacidad irreductible de la relación del sujeto con lalengua, y se podría decir que lo que se llama inconsciente no es otra cosa que esta opacidad irreductible, ligada al hecho de que el significante solo, siempre es un enigma. El inconsciente no es un inconsciente por tanto en profundidad, de las profundidades, como se hablaba de la psicología de las profundidades en una época, es más bien lo que se manifiesta de un determinado estatuto del significante cuando está separado de la significación. O sea que el inconsciente es eso donde está el funcionamiento del significante separado de toda significación, entonces se plantea la pregunta Lacan, ¿cómo puede el sujeto acceder a una subjetivación de este saber que no se sabe?, o mejor ¿qué va a permitirle dar sentido, es decir interpretar este saber inconsciente que está a la espera? Lo que señala Lacan es que lo que va a permitir a estos significantes incomprensibles tomar sentido, es la implicación de otro significante, S2. Tenemos S1, significante incomprensible, aislado, le ponemos un S2 que pueda conectarse con los primeros.

Lo podemos escribir así:

S1(S1(S1(S1….))).

Lacan no define aquí el inconsciente como una cadena, S1–––––>S2, sino como un enjambre de S1 (jugando con el equívoco essaim– “S-Un”)

Por supuesto, el sujeto sabe que ese saber inconsciente lo concierne, es decir, sabe que ese saber debe tener una significación, pero no sabe cuál. Esta serie de S1 están a la espera de un S2:

S1(S1(S1(S1(S1––––––>S2))))

Vemos que no define el inconsciente como una cadena, lo escribe como un enjambre. En realidad,si dice que son significantes que están a la espera, quiere decir que es casi como migajas, restos, “restos fósiles” –los llama Freud-. La cuestión, -dice Lacan-, es que lo que puede sacar a estos significantes a la espera de una significación es encontrar un S2.

Abro un paréntesis. Podríamos decir que toda la obra de Lacan no es sino un intento de responder a la pregunta ¿qué es el inconsciente? Durante un período que va hasta Aún, lo que él manejó es la manera en que Freud había abordado el inconsciente a partir de lo que llamamos las formaciones del inconsciente. Pero atención, no es lo mismo cómo funciona una cosa a cómo está hecha una cosa. Lo que Freud descubre es cómo funciona el sueño, las leyes del sueño, el funcionamiento del inconsciente, pero lo que Lacan señala aquí no es cómo funciona el sueño sino cómo está fabricado, a saber, la estructura del inconsciente. La estructura del inconsciente no es S1 vector, cadena, S2. Está diciendo que la estructura del inconsciente es un saber indeleble depositado en lalengua, es decir, es una serie de S1 depositados solos que no hacen cadena, que no tienen significación, y que están depositados ahí. Es decir, el inconsciente en definitiva, y esto creo que es lo que Lacan formula es: ¿cómo puede un sujeto acceder a subjetivar este saber que no se sabe, cómo va a permitir obtener darle sentido? Y señala que lo que le va a permitir a estos significantes incomprensibles tomar sentido, es la implicación de otro significante. ¿Qué es lo que permitiría que emergiera un sentido, es decir, añadir un S2? Ahora bien, eso ya es la que hace el inconsciente. Por ejemplo, cuando alguien tiene un sueño, ya está operando la articulación S1–––S2. El resorte de la operación es lo que Freud ya había localizado, no es otro que la estructura del aprés-coup de la retroactividad del S2 sobre S1: solo hay significación si se produce la articulación de dos significantes retroactivamente. Esta operación del aprés-coup es la que opera en la formación de un sueño, de un síntoma, lapsus, chiste, etc.  Esto es lo que conocemos como “inconsciente transferencial”. Observemos, sin embargo, que en el “inconsciente real” no hay cadena S1–––>S2, sino un enjambre de S1. Freud captó la estructura del inconsciente transferencial con el mecanismo del aprés-coup que vemos operando, por ejemplo, cuando Freud nos dice, que las huellas de los gérmenes de excitación sexual vividos en la infancia, sin comprender la significación, no tomarán sentido más que mucho más tarde, en el momento de despertar de la pubertad (véase: Tres ensayos sobre una teoría sexual) donde Freud tiene la idea de que hay determinados acontecimientos que se han inscritos separados del sentido, separado de la significación, y que luego en un segundo momento, en la pubertad, van a tomar sentido. Es el «caso Emma» (Proyecto de una psicología para neurólogos). Hay siempre dos acontecimientos, (S1–––>S2), hay una temporalidad lógica en el pensamiento que ya introduce Freud que es la idea de que es en función de un acontecimiento surgido en un segundo tiempo, que las huellas de la experiencia sobrevivida en un primer tiempo toman sentido, son interpretados retroactivamente. En realidad, se podría decir que esta estructura es inherente a la estructura del lenguaje mismo, del lenguaje articulado. Lo que Lacan constata es que esta operación de interpretación del inconsciente se realiza en realidad espontáneamente en lo que llamamos nosotros las formaciones del inconsciente. Este mecanismo ya opera en el mismo funcionamiento del inconsciente, donde el inconsciente en sus formaciones ya ha procedido por interpretación.

El sueño interpreta la letra del inconsciente

Lo que realiza el sueño es una conexión de significantes aislados de lalengua. En un texto sobre “El uso de la interpretación de los sueños en la cura”, Freud escribe: “me parece que la vida onírica procede directamente de residuos de una época prehistórica de la existencia” Lo que señala Freud es que la vida onírica procede directamente de restos, residuos, de una época prehistórica de la existencia, lo que podemos traducir ahora diciendo que la vida onírica encuentra su fuente en los restos, en los residuos, en los desperdicios de lalengua. Y Freud añade que un deseo reciente sólo atrapa al sueño si está asociado a los materiales de esa época histórica, es decir, conectando estos materiales prehistóricos, estas letras, estos S1, a un deseo reciente, los S2. O sea tendríamos los materiales prehistóricos es S1, S1, S1 y el deseo reciente lo podríamos poner en lugar de S2. En otras palabras, un sueño no es sino algo de un deseo reciente que atrapa algo que está ahí como restos fósiles que nunca pudieron entrar en vínculo con otros significantes. En esta perspectiva se puede decir finalmente que el sueño es una interpretación de la letra del inconsciente, el sueño, en la medida que manifiesta estar en la dimensión del inconsciente estructurado como un lenguaje, es un modo de tratar los significantes insensatos de la lengua. Y dice Lacan, el lenguaje sin duda está hecho de lalengua, es una elucubración de saber sobre lalengua, pero el inconsciente es un saber hacer con la lengua, el inconsciente sabe hacer con la lengua, nosotros somos débiles respecto a ese saber, no tenemos ese saber hacer con lalengua que tiene el inconsciente. Siempre vamos un paso más atrás. El sueño es una lectura o una interpretación que puede ser o mostrarse difícil como lo prueban los sueños traumáticos de repetición. Por ejemplo, en el uso de la interpretación de los sueños, otra cita dice: “varios sueños de una misma noche, pueden no ser más que intentos de representar de manera diferente un contenido idéntico”. O sea que podemos tomar varios sueños que no tratan sino de representar un contenido idéntico; de modo general dice, podemos estar seguros de que cualquier moción de deseo que origina o que crea hoy un sueño, en tanto que no haya sido comprendido y no haya escapado a la empresa del inconsciente, va a manifestarse en otros sueños. Es decir, si esa moción de deseo –en tanto no ha sido comprendida– no ha sido atrapada, va a seguir insistiendo: lo que ha escapado a la empresa del inconsciente va a manifestarse en otros sueños.

Añadiría a lo dicho que esta operación que realiza el sueño, no es sólo una operación de interpretación, sino que es también una operación de ciframiento de goce. Lo señala Lacan en el seminario 21  Les non-dupes errent, el 20 de noviembre de 1973, en el sueño, la operación de ciframiento está hecha para el goce, o sea que la operación de cifrar está hecha al servicio del goce y éste está en el ciframiento, por consiguiente, la operación de ciframiento del goce que ha llegado a fijarse sobre estos significantes de lalengua, ciframiento de goce que puede también fracasar y dar lugar, cuando fracasa, a la pesadilla.

Concluyendo, la perspectiva que Lacan introduce en su última enseñanza tiene una incidencia sobre la dirección de la cura. Ésta cambia, es decir, modifica la dirección de la cura. Tal como lo subraya Miller en “El reverso de la interpretación” frente a una concepción de la cura, donde la interpretación consistiría en añadir sentido (esto es lo que hacen las formaciones del inconsciente), tenemos el “reverso de la interpretación”, a saber, tener presente la estructura del inconsciente donde lo que está en juego es extraer esos S1 depositados en lalengua, como fenómenos elementales. El analista no apunta a añadir sentido sino, al contrario, a extraer estos S1 sobre los que el sujeto en su neurosis ha delirado produciendo significación, sentido hasta el infinito. Se trata pues de cernir, y extraer el sinsentido que está en el inconsciente más que alimentar el sentido. Gracias por la atención. (Aplausos)