XXVII JORNADAS NACIONALES DE CARTELES —Buenos Aires, 11 de agosto de 2018
Valeria Martínez
Al inicio de Encore (1), Lacan anuncia que partirá de otra parte: el tema del que tratará a lo largo del seminario será el goce. Nos encontramos aquí con un cambio de perspectiva: partirá del goce. Hay goce, y ese goce es propiedad de un cuerpo viviente. La palabra es un modo de goce del cuerpo.
“Mi decir que el inconsciente está estructurado como un lenguaje no pertenece al campo de la lingüística” (2). Enunciando su ruptura con la lingüística, dirá que no hace lingüística sino lingüistería, apartándose del terreno de la ciencia del lenguaje. Cuestiona el concepto de lenguaje al que define como una elucubración de saber sobre lalengua, cuestionando así la definición de inconsciente que sostenía hasta este momento en tanto estructurado como un lenguaje.
“Por lo general, dice Lacan, se enuncia que el lenguaje sirve para la comunicación. La comunicación implica la referencia. Solo una cosa está clara: el lenguaje no es más que lo que el discurso científico elabora para dar cuenta de lo que yo llamo lalengua”. (3)
Introduce el concepto de lalengua como diferente y primero respecto del lenguaje, que no sería ya originario sino secundario y derivado de lalengua. El lenguaje está hecho de lalengua.
Sostendrá que lalengua no sirve para comunicar, sino que sirve para cosas muy diferentes de la comunicación. En lalengua hay goce. La función propia de lalengua no es la comunicación sino el goce. En lalengua, el significante sirve para el goce y el lenguaje será una elucubración sobre ese uso primero.
El lenguaje supone la idea de que hablar sirve para comunicar. Está formado por un sistema de significantes articulados entre sí donde la unidad mínima es la articulación significante S1-S2.
Lalengua es la palabra antes de su ordenamiento gramatical y lexicográfico. Antes de la relación significante y la articulación que introduce el lenguaje, está lalengua, formada por S1 sueltos que no tienen relación entre sí. Los S1 de lalengua son significantes que no arman cadena, que no están articulados, no hay en lalengua articulación entre S1-S2. El campo de lalangue es anterior a la diferencia significante. Se trata de un S1 que no llama a un S2.
¿Cómo se habla lalengua? Si lalengua no sirve para comunicar, sino que sirve para gozar, ¿cómo se goza de lalengua?
Ese hablar de lalengua no es un decir en tanto cadena significante articulada, sino que ese hablar es una resonancia en el cuerpo. Lalengua, como enjambre zumbante hace resonancia en un cuerpo.
“¿Qué es, entonces, el cuerpo?” (4), se pregunta Lacan.
En “La tercera”, Lacan dice: “El sujeto supuesto saber, que es el analista en la transferencia, no sin razón es supuesto si sabe en qué consiste el inconsciente, un saber que se articula a partir de lalengua, ya que el cuerpo que allí habla sólo se le anuda por lo real del cual él se goza”. (5)
.Conceptualiza así al inconsciente como un saber articulado a partir de lalengua. Lo real es aquí el síntoma, tomado como goce y no como sentido. Y ubica el cuerpo en lalangue. El cuerpo habla en lalangue. El cuerpo habla en la resonancia. El goce de lalengua es el goce de la resonancia. Este goce, no es un goce articulado al sentido. A diferencia del lenguaje que afecta al cuerpo vía el discurso, lalengua afecta al cuerpo vía el S1 solo. Lalengua afecta al cuerpo bajo la forma de fenómenos de resonancia y eco. Lacan en El Seminario 20 comienza a hablar del afecto como aquello que se siente en un cuerpo. “Los efectos de lalengua presentan toda suerte de afectos” (6), nos dice.
En su relato de una sesión con Lacan, Suzanne Hommel, cuenta: “Cierto día, en una sesión, yo estaba contándole a Lacan un sueño que había tenido y le dije «Todas las mañanas me despierto a las 5 en punto», y agregué «A las 5 en punto era cuanto la Gestapo iba a capturar a los judíos en sus casas». En ese momento Lacan saltó de su asiento, se acercó a mí, y me hizo una caricia muy suave en la mejilla. La entendí como un «gesto en piel» («geste à peau») un gesto muy tierno, hay que decirlo. Un gesto extraordinariamente tierno. Y esa sorpresa no disminuyó el dolor pero lo convirtió en otra cosa. La prueba es que ahora, 40 años más tarde, cuando recuerdo ese gesto, aún puedo sentirlo en mi mejilla”. (7)
Lacan lo que hace con Gestapo es descomponer la palabra alemana, traducirla al francés y hacer aparecer un significante que no remite a otro sino que remite a la caricia (geste à peau), lo que nomina es la ternura, algo del orden de un afecto en el cuerpo. Gestapo es una palabra del Otro. En su encuentro con geste à peau lo que toma dimensión es la ternura que le permite a ella salir del Otro. Sale del lenguaje del Otro para constituir una palabra de la lengua particular en tanto nomina ese afecto que es la ternura. No se trata de la ternura como puro concepto. De lo que se trata cuando Lacan la acaricia es de un cuerpo que puede sentir la ternura. La palabra adquiere otra dimensión que es del orden del afecto, la dimensión vivificante de la palabra.
Notas:
(1) Encore, “en corps”, aún… juego homofónico presente desde el título del seminario. Lacan, J.: El Seminario, libro 20, Aún, Buenos Aires, Paidós, 1981.
(2) Ibíd., pág. 24.
(3) Óp. Cit. n° 1, pág. 166.
(4) Óp. Cit. n° 1, pág. 172.
(5) Lacan, J.: “La tercera” (1974), en Revista Lacaniana n°18, Buenos Aires, Grama, 2015, pág. 9.
(6) Óp. cit. n°1, pág. 167.
(7) Hommel, S.: Entrevista a Susanne Hommel en “Una cita con Lacan” –filme de Gérard Miller–, https://youtu.be/QhSHsIl7S0s