FLASHES DEL BLOG # 3: CONVERSACIÓN SOBRE EL TIEMPO LÓGICO Y EL ASERTO DE CERTIDUMBRE ANTICIPADA. UN NUEVO SOFISMA
Por Laura Ambrosino
La situación de aislamiento colectivo produjo en cada uno de nosotros diferentes efectos, no sólo en lo personal, sino en la clínica.
Una de las preguntas que me surgieron ante esta situación fue cómo seguir trabajando con los niños que presentan un modo de funcionamiento autista. Pregunta que impulsada por la urgencia, donde el instante de ver fue fugaz, tuvo una respuesta general: la virtualidad.
Pasada la urgencia provocada por la conmoción de un real que trastocó la rutina cotidiana e impuso la incertidumbre como mira, el tiempo de comprender me permitió leer el desliz que la urgencia precipitó, el uno por uno fue permitiendo encontrar un modo de sostener el lazo transferencial sin la presencia de los cuerpos, orientado por el deseo del analista.
En el caso de los niños y jóvenes que tienen lenguaje, lo singular del trabajo sostenido en presencia, delimitó el modo de sostenimiento del lazo en ausencia, privilegiando la voz en algunos casos, la imagen de la pantalla o ambas, en otros.
Adelantándome a lo que sucediera, me pregunté ¿qué efectos tendría el aislamiento en los niños? Anticipación, apresuramiento, intentando poner sentido frente al sinsentido que la pandemia provocó, trastocando nuestras referencias simbólicas e imaginarias.
A posteriori algunas preguntas se fueron reformulando.
Por un lado me encontraba con la paradoja de pensar el aislamiento de los cuerpos, de los lazos, en aquellos que por estructura sostienen el aislamiento del Otro como modo de defensa. Si la soledad, el aislamiento, el rechazo al cuerpo del otro son modos de nombrar al sujeto autista, ¿este aislamiento colectivo qué efecto traería para alguien que está aislado por estructura, para quién el aislamiento es su modo frente al Otro, frente al mundo? ¿Cómo leer la incidencia del aislamiento colectivo sobre el aislamiento singular del sujeto autista?
En el trabajo con los padres fueron surgiendo cuestiones tales como el encontrarse las 24 horas con el niño, sostener otras rutinas, no contar con los otros, y los efectos que caso por caso este confinamiento produjo en cada uno de sus hijos. En los encuentros con docentes, y Acompañantes Terapéuticos se desplegó el efecto que había provocado en cada uno el aislamiento, tomando preeminencia la pregunta sobre cómo seguir, qué inventar, para que el trabajo continúe.
En el caso de algunos niños la “demasiada presencia del Otro” generó diferentes modos de respuesta para mantener al Otro a distancia,armándose otra topología a partir del confinamiento.
Las preguntas sobre como sostener los tratamientos, la posición de sostener o no la práctica sin la presencia de los cuerpos, o cómo pensarla sin la presencia de los cuerpos, son interrogantes a las que esta situación inédita nos confronta, cuestiones que por otro lado, no dejan de interrogarme una y otra vez sobrela transferencia y el lugar del analista en el autismo.
Retomar algunas de estas preguntas posiblemente me oriente frente a la extrañeza de lo actual, no sin dejar de interrogar el caso por caso, en la conversación con otros, no sin los otros.
Quizás esta pandemia, sea una nueva ocasión para reforzar los lazos transferenciales de trabajo, y una apuesta a la elaboración colectiva.
Fecha de recepción 11/5/2020
Bibliografía:
-Lacan J.: “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma”. Escritos1. Siglo XXI editores. Argentina, 1988
-Brouse, M.: CORONAVIRUS: “encontrar en el mismo impasse de una situación la fuerza vital del deseo”. Zadig España