Por Laura Arroyo
El título que hemos dado a esta noche “La biblioteca aún. Vigencia política”, tiene al menos para mí, varias resonancias. Lacan nos dice que aún es el nombre propio de la falla. Aún, también es lo que todavía dura, como si tuviera un tiempo limitado, en el que se inscribiera la necesidad de llevar a cabo alguna operación que sostenga su funcionamiento, renovando su vigencia tal vez.
Por otro lado, la biblioteca aún en tanto que persiste ¿Se sostiene como espacio político? “El capital simbólico de cada biblioteca es el tópos desde el cual actuamos. ¿Para qué fines usamos este instrumento?” se pregunta Adriana Testa (1). .Entendiendo que este capital simbólico desde el cual actuamos no estaría hecho tan solo de un espacio que guarda libros, hay acciones que darían cuenta de ello, acciones que se realizan en el ámbito de la Sección, como en la interlocución con otros discursos que no son ajenas al vínculo entre intensión y extensión.
¿Cómo se constituye ese instrumento? Judith Miller señala que “El instrumento sería el resto de una programación que en cierto modo retoma el relevo de una laguna, de una falla inscripta en el programa de la especie humana, falta por otra parte que no consigue reducir” (2). De modo que este instrumento esencial que es la biblioteca leída como un resto, tomaría el relevo de una falta irreductible.
¿Cómo pensar entonces los principios políticos de la biblioteca como un campo estructurado en torno a una falta? ¿Cómo apuesta por el deseo? Una Biblioteca que aún puedaseguir siendo de inspiración, para nosotros como lectores.
En estos dos años de trabajo en la comisión se fue construyendo un recorrido, a través de una serie de preguntas que quedaron plasmadas en Las Noches de Biblioteca en torno a ¿qué lector para el psicoanálisis en esta época? A partir de allí se fueron hilando las otras: ¿que leemos los analistas? ¿Que goce entraña para nosotros esa lectura de aquello que no se espera comprender del todo, para seguir sin entender nada de lo que se comprende? Ese “poner de sí” que no es sin un sujeto lector. ¿A quién leemos? ¿Nos leemos entre nosotros mismos? Porque esta biblioteca está hecha también de nuestras propias producciones.
En torno al significante “biblioteca dinámica”se han ido anudando diferentes términos a lo largo de la gestión. Entendiendo por “biblioteca dinámica” un lugar por donde circulen saberes que a su vez permita vislumbrar un horizonte capaz de restituir la vitalidad de los libros.
Judith Miller definió las Bibliotecas del Campo Freudiano como el eslabón práctico de “la acción lacaniana”. Hoy esa definición sigue siendo un legado orientador muy valioso. ¿Cómo llevar a cabo esta operación? ¿Cómo incidir en esa lectura? ¿Qué política es la más conveniente? son preguntas que siguen insistiendo.
Una biblioteca vacía como espacio para una operación política.
Un poco de historia. Hoy podemos afirmar que Oscar Masotta fue alguien que supo valerse de la Biblioteca como instrumento apostando al deseo como resguardo de una falta. En noviembre de 1975 en Barcelona, en el estudio del pintor catalán Josep Guinovart, Oscar Masotta hablaba a un grupo de aprendices del psicoanálisis de «nuestra biblioteca». Referencia que pueden encontrar en el prólogo que escribe Eric Berenguer en “Lecturas del psicoanálisis Freud, Lacan” (3). Por entonces se trataba de una biblioteca en la que no había libros. Pero «el psicoanálisis no es nunca un saber sin consecuencias». Era tan solo un proyecto, nombrado como “Biblioteca” con un solo pretexto (señala Berenguer), de prestar un libro. Serán sus alumnos los que se irán encargando de que aquella biblioteca vacía comenzara a poblarse de libros. En 1979, cuando Masotta muere, será Germán García quien asumirá la dirección de la Biblioteca Freudiana de Barcelona. Esta Biblioteca continuará con su trabajo ininterrumpido: incorporando volúmenes, continuando con sus cursos, a los que asistían artistas, intelectuales y algunos analistas.
Hacia 1990 la Biblioteca Freudiana se transformará en la Biblioteca del Campo Freudiano y de este modo pasará a formar parte de la Sección Catalana de la Escuela Europea de Psicoanálisis del Campo Freudiano donde será miembro de la Federación Internacional de Bibliotecas. De este modo la biblioteca se va transformando en un cuerpo Internacional.En los ´80, ya de vuelta a la Argentina, German García, con la experiencia realizada en Barcelona fundará la BIP, Biblioteca Internacional de Psicoanálisis, cuya sede se constituyó en un famoso edificio de Pueyrredón y Corrientes, que muchos recordarán.
La BIP aspiraba a ser un nudo en la red internacional impulsada por la Fundación del Campo Freudiano que dirigía Judith Miller. Se trataba así de conducir ese trabajo hacia una posible escuela donde puedan confluir los grupos existentes.
¿De qué biblioteca hablaba Masotta? ¿Qué vigencia política tendría hoy? ¿Cómo seguimos?
El encuentro con lo material.
Dice un viejo adagio que en una biblioteca un libro que se guarda fuera de lugar es un libro perdido. Yendo al encuentro con lo material: los libros. Los libros que están y los que faltan, el armado del catálogo de libros; a los que también se suman los que hay que buscarles un nuevo destino. Nos llevaron a la confección de un documento que permita inicialmente organizar algunos criterios para el ordenamiento de la misma. Cabe aclarar que la confección del mismo contó con el asesoramiento de nuestra bibliotecóloga Silvia Peloche y que no se trata de un documento conclusivo, sino de la posibilidad de confeccionar una herramienta que permita dar un orden, en todos los sentidos de este término, a esa gran masa de papel que se encuentra perdida en cajas.
En ese contacto con lo material, con esas cajas, dimos con documentos, publicaciones acumuladas, de otras épocas, que hacen a la historia del psicoanálisis en nuestra ciudad y a la historia de nuestra Sección, antes del Movimiento hacia la Escuela (MOL).
Hacia un archivo histórico.
¿Qué hacer con ese material?, ¿Cómo no desenterrar esas publicaciones? De allí que surgió la propuesta de confeccionar un archivo histórico. Rescatar y sacar a la luz ese material que está en estas cajas no solo permite que dejen de ser un cumulo de papel sin destino, sino que se puede captar allí las variaciones de un discurso que fue haciendo a nuestra historia.
¿Qué función tiene un archivo? Juan José Mendoza en su libro “Los archivos papeles para la nación” dice que “El archivo puesto en lugar de algo opera como una metonimia. Es la parte pequeña de algo mayor y ominoso que nos falta. Aun con sus inconmensurables dimensiones, los archivos son los restos documentales. lo poco que nos queda de los tiempos idos.” (4). El archivo está puesto en lugar de algo que falta, señala. No creemos que se trata de restituir una falta sino más bien de poder a partir de allí armar una historia, inventarla con esas piezas sueltas de tiempos idos que apunten más bien a un porvenir. German García afirma que «No se puede inventar sino sobre el trasfondo de un archivo» sostiene a su vez esta afirmación con una pregunta «¿Cómo saber si algo es nuevo si no tenemos en cuenta lo que estaba antes?» (5).
Esta idea que surgió del trabajo mismo, tal vez nos brinde la posibilidad de hacer con ese instrumento algo que pueda tener ese carácter de nuevo sobre el trasfondo de lo que estaba antes. Poder construir con esas antiguas publicaciones una historia que nos sea propia. Es una propuesta. Seguir trabajando para afinar el instrumento, con el intento de hacer existir la biblioteca de la EOL Sección La Plata en su singularidad sigue siendo una apuesta.
Notas:
1. Testa, Adriana. “Pragmática de un deseo” en Lacan hispano, Grama ediciones, Buenos Aires 2021. pág 574.
2. Ibid , pág. 575.
3. Berenger Eric, “Presentación” en Lecturas de psicoanálisis Freud, Lacan. Masotta Oscar Buenos Aires 1995, pág 12.
4. Mendoza Juan José, Archivos papeles para la nación, Eduvim editora, Villa María 2019, pág. 241.
5. García German, “El acto psicoanalítico” (Intervalo con Boris Groys) Etcétera- El Periódico Descartes. Nº 101. 2009 http://www.descartes.org.ar/Files/etcnov09.pdf.
Bibliografía:
Miller, Judith “Los avestruces descalabrados” en Revista de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis Nro 32 https://elpsicoanalisis.elp.org.es/numero-32/los-avestruces-descalabrados/
Isaguirre, Marcelo “Biblioteca freudiana de Barcelona” en Jacques Lacan: El anclaje de su enseñanza en la Argentina Ed Catálogos 2009.