La anfibología de lo real

LECTURAS EN LA SECCIÓN: «LA TERCERA» ¿QUÉ REAL PARA EL PSICOANÁLISIS? – EOL Sección La Plata, 8 de julio 2020

José Matusevich

Lo real es un concepto “anfibológico” que es necesario circunscribirlo, así lo preciso Jaques Alain Miller.1

Para llevar adelante esa tarea me tomaré de la mano de Miller, revisaré como Lacan lo fue elaborando a lo largo de su enseñanza.

En el comienzo lo real quedó subsumido bajo lo imaginario. Recordemos que en el estadio del espejo, se constituye la primera representación, la del cuerpo completo, y a partir de ella constituimos un mundo como representación.

Si no hubiese algo de lo real, no habría representación, y allí se juega un mecanismo libidinal, entre la imagen del cuerpo despedazado y el cuerpo completo.

El tiempo imaginario es; de la anticipación a la insuficiencia, y es lo simbólico por la vía del concepto, la palabra, lo que nos permite salir de ese tiempo y construir los objetos del mundo.

El esquema óptico nos muestra claramente cómo lo real está por fuera de la experiencia psicoanalítica.

Espacio real – espacio virtual

Lo central aquí es: que el ello se confunde con el inconsciente.

Lo comprobamos también  en el grafo del deseo donde la pulsión se la relaciona con la demanda de amor

 Recordemos que allí el goce está por fuera de la línea que va del S(A) tachada a $; o sea que la satisfacción está por fuera del campo de la pulsión.

Quiero remarcar que el concepto de repetición, en esta época es definida por Lacan como la insistencia significante. Lo subrayo por la importancia de este concepto para circunscribir  lo real; es lo que lleva a Lacan a definir el inconsciente Freudiano como automaton.

 No olvidemos que Lacan dijo: El inconsciente está estructurado como un leguaje y también que  es la Razón desde Freud 

Lacan una vez consolidado el retorno a Freud, quiere ubicar al psicoanálisis en relación al discurso de la ciencia.

Y por otro lado la experiencia le demuestra que hay algo que se resiste a la eficacia de lo simbólico.

No me cabe duda  que es en el Seminario de la ética, donde se produce la separación del inconsciente y ello.

El campo de lo real  hace su aparición como  Das Ding, Lacan escribió: “En este punto, lo que llamamos lo humano sólo puede ser definido a la manera que definí recién la cosa, a saber, aquello que de lo real padece el significante”2

La división entre lo real y lo simbólico hace que ahora  las cadenas significantes  queden del lado del principio del placer (principio homeostático)  y lo real en el más allá, campo del  goce).

La orientación a lo real se convierte para siempre en el eje de la práctica del psicoanálisis.

Lacan recoge en el seminario 7,  del Prefacio a la “Fenomenología del espíritu” la siguiente definición de que lo “real es racional”.

 Sólo se accede a él por la transgresión,  por eso termina diciendo “el sentido trágico de la experiencia analítica”

Miller caracterizó esta época como: lo real es la estructura

Lo real pone en cuestión  la estética transcendental de Kant  que no puede concebir para la experiencia la intuición  del espacio en que lo real alcance al entendimiento.

“.Al fin de cuentas, si partimos de lo que describimos como ese lugar central, esta exterioridad, íntima, esta extimidad que es la cosa…” 3, en el espacio Euclidiano nada puede ser externo e interno al mismo tiempo.

Este neologismo de Lacan, extimidad, lo llevó a la necesidad  de tener que pensar una Estética Transcendental  que permita dar cuenta de la experiencia psicoanalítica, orientada por lo real.

El toro es la primera figura topológica que Lacan usó.

Se caracteriza por tener un agujero central que conecta el espacio exterior con el interior.

Una de su diferencia con la esfera, es que no se lo puede reducir a un punto topológicamente es un punto y un  agujero.

Ese agujero central permite pensar  lo extimo.            

Miller va a circunscribir este tercer momento de la enseñanza de Lacan  elevando el objeto a lo real ya que es el único referente y escribió: “Il refinimiento ha valore di  real e Lacan precisa che non lo dice in modo metaforico”4

 Es ahora lo topológico hace que la cosa se vuelve manejable. Permite salir dela experiencia de lo trágico y pasar el límite Freudiano de la angustia de castración.

El objeto es real causa de deseo, y la pulsión lo bordea en su trayecto en busca de la satisfacción.

El atravesamiento del  fantasma fundamental que es  pantalla y ventana hacía lo real, permite encontrarse con lo real  que no era otra cosa lo que fuimos para al deseo del otro.

La repetición no es sólo insistencia del significante sino también encuentro.

En el Seminario De un Otro al otro  Lacan escribe la fórmula de la repetición 1/a,  donde 1 es el rasgo unario y a el plus de goce. Así la repetición se convierte en una conmemoración del goce perdido.

Hay a partir de aquí un cambio en relación al fin del análisis, al que le pone un límite lógico,  lo imposible.

Lacan  lo escribió así: “No hay relación sexual porque el goce del Otro tomado como cuerpo del Otro es siempre inadecuado- perverso de un lado, que reduce al  Otro al objeto a y del otro, diría la loca, enigmática”5

Quiero remarcar que Lacan demuestra dos formas  de fallar a la relación sexual: del lado macho  hacer del cuerpo objeto a, y del lado  una mujer loca y enigmática.

Recordemos que en el seminario Aún, capítulo VIII,  rebaja el objeto a ser solo un semblante.

Lo real ahora pertenece a la lógica modal, como lo que no cesa de no inscribirse

Miller en el Seminario del  2011 recuerda la pregunta que él  le había formulado a Lacan en el seminario 11.

 Y Lacan le responde en el seminario siguiente como si él le hubiese preguntado por su ontología y  Miller  recuerda que al haberle  preguntado por la falta en ser, uso  la expresión “la mancanza ontologica”6, que había encontrado en la Dirección de la Cura, y en la IV  pregunta de Radiofonía.

Este recuerdo le permite  circunscribir lo real: a partir de la ontología de la falta, lo que  diferenciara  radicalmente en “El ultimísimo Lacan”.

De la falta a la existencia

En   el curso de Miller del 2006 escribe que, el reverso de la enseñanza de Lacan comienza con la sustitución del Otro por Un-Cuerpo.

Esta sustitución da vuelta la forma de pensar la experiencia psicoanalítica: del trauma (la falta de goce) al acontecimiento (de goce). Y por esto todos nuestros conceptos necesitan ser revisados.

No hay goce sin un cuerpo vivo y un significante.

Comencemos preguntando por  el significante UNO: es obvio que si Miller cambió el nombre de su seminario conocido como El ser  y el Uno, por L’UNO-TUTTO-SOLO es por la importancia de pensar desde la henología  que lleva a poder pensar un significante real.

 Miller escribió “L’ Altro non existe èun altro modo di dire Yad’lun”7, o sea Lacan  inventa ese neologismo para diferenciar lo del Uno definido como lo que representa a un sujeto para otro significante.

Yad’d’lun, resuena con existe el Uno solo, entonces no hay el Otro significante (principio diacrítico).

Podemos inferir  que no es pensable un sujeto como efecto de la cadena significante, ya que no la hay.

Miller demuestra como el goce llamado femenino es el antecedente, del  goce del sinthome.

Ahora bien si en la Tercera Lacan definió el goce femenino como fuera del significante, es  porque lo pensó por fuera del par significante.

Pero si no hay goce sin significante entonces el goce femenino no ésta fuera del  Uno solo.

Y es claro que ya no se puede hablar de goce femenino, para hablar de él  hace falta la diferencia significante (caballeros, damas).

 Lacan inventa un nuevo concepto que llamo lalengua: “¿Qué es que quiere decir Y’a d’l’un? ….un enjambre significante zumbante”8y el lenguaje queda es solo una elucubración de saber sobre lalengua.

“El inconsciente estructurado como un lenguaje” como lo había definido Lacan  es secundario a lalengua.

En radiofonía Lacan escribió para  la estructura:“De donde resulta que para el cuerpo da lo mismo que él  esté vivo o este  muerto”9

Comparemos esta cita con la de Aún,“Ahora, el goce del cuerpo,  si no hay relación sexual,  es necesario ver en que eso puede servir.”10.

Obviamente si hay un goce  del cuerpo debe estar vivo y es necesario pensarlo desde  lalengua ya  que es significantes de goce. Y no  como el lenguaje castra el goce. 

Lacan por ello redefine la pulsión: “es el eco en el cuerpo del hecho que hay un decir”.

La definición del sinthome como: acontecimiento de cuerpo ligado a un decir une dos caras de lo real: la henología y el  cuerpo. Parafraseando al Lacan de Joyce el síntoma.

Miller en la conferencia del 2014 “El inconsciente y el cuerpo hablante” dijo: “Casi me había adherido a esta idea cuando me di cuenta de que el cuerpo cambia de registro como cuerpo hablante. ¿Qué es el cuerpo hablante? Ah, es un misterio], dijo un día Lacan. Este dicho de Lacan merece tanto más nuestra atención cuanto que misterio no es matema, es incluso lo opuesto. En Descartes, lo que constituye un misterio pero sigue siendo indudable es la unión del alma y el cuerpo. A ella se consagra la «Sexta meditación» y esta, por sí sola, movilizó el ingenio de su más eminente comentarista tanto como las cinco anteriores. Dicha unión, en lo concerniente a mi cuerpo, meum corpus, vale como tercera substancia entre substancia pensada y substancia extensa. Dice Descartes – la cita es famosa –, «yo no sólo estoy [en este cuerpo] como un piloto en su navío, sino que además le estoy tan íntimamente unido y como mezclado con él, que es como si formásemos una sola cosa». Como se sabe, la duda llamada hiperbólica figurada por la hipótesis del genio maligno deja a salvo el cogito y nos entrega su certeza, como un resto, que resiste incluso a la duda más amplia que se pueda concebir. Lo que es menos conocido es que después, en esta sexta meditación precisamente, se descubre que la duda también dejaba a salvo la unión del pienso con el cuerpo, el que se distingue entre todos ellos por ser el cuerpo de este yo pienso.

Sin duda, para darse cuenta hay que prolongar el arco de este après-coup hasta Husserl y sus Meditaciones cartesianas. En ellas distingue, con una expresión preciosa, los cuerpos físicos, por un lado, entre los cuales están los cuerpos de mis semejantes, y por otro lado mi cuerpo. Y para mi cuerpo, introduce un término especial. Escribe: encuentro en una caracterización singular mi carne, meinen Leib, o sea, lo que no es un simple cuerpo sino una carne, el único objeto dentro de mi capa abstracta de la experiencia al que asigno un campo de sensación a la medida de la experiencia. El término precioso es el de carne, que se distingue de lo que son los cuerpos físicos. Husserl entiende por carne lo que Descartes veía como la unión del alma y el cuerpo.”

 Traigo esta larga cita por  su riqueza conceptual.

Comienza con una confesión: “me di cuenta que el cuerpo cambia de registro”, se apoya en  que Lacan  dijo en el seminario Aún, capítulo Los redondeles de cuerda “lo real, digo, es  el misterio del cuerpo que habla, es el misterio del inconsciente.”

Trataré de recorrer la argumentación:

1°)  Remarca la oposición entre matema y misterio. Oposición que retoma en su conferencia de Rio de Janeiro del 2016,  distingue así  un primer Lacan, el de lógica pura. el del matema, del inconsciente transferencial; de un segundo Lacan , el de la henología, el del lenguaje individual, del inconsciente real.

2°) Pone el acento  en Descartes para señalar que aparte de la substancia pensante y extensa hay una tercera sustancia, mi cuerpo. Esta tercera substancia esta por fuera de la ress extensa (lo que para nosotros sería que no está al alcance del Otro). El misterio es: como se conjuga con el cogito. Ubicaría en ese misterio el acontecimiento, ya que de él no surge ningún saber.

3°) En  Husserl, el delas Meditaciones Cartesianas, y más exactamente en la quinta meditación, Miller encuentra el término meinen Leib que traduce como mi carne, también podría ser traducido como mi carne viva.

 Husserl  se encuentra con ese término argumentando para defenderse de la acusación de que su fenomenología  era solipsista.

Reconstruyo  su argumento para salir de la acusación, necesito primero saber que me es propio eso es meinen Leib, entonces hay de lo otro El goce del sinthome no es acaso solipsista,   y es correlativo a lo “real sin ley”. Por eso para  hacer lazo con el otro debe saber hacer con el goce del cuerpo propio.

Para concluir, Miller da en sus últimos seminarios  y conferencias,  la orientación para el psicoanálisis del siglo XXI, que plasma al diferenciar la repetición que pensada desde la ontología de la falta,  con la iteración  de goce que es la repetición de lo mismo.

Fecha de recepción 14/8/2020

Bibliografía

1- Miller J-A, L’UNO-TUTTO-SOLO, Casa Editrice Astrolabio Roma 2018, pág. 39

2 – Lacan Jaques, La ética en psicoanálisis, Ediciones Paidos Buenos Aires-Barcelona –México 1988, pág. 154

3 – Lacan Jaques, La ética en psicoanálisis, Ediciones Paidos Buenos Aires-Barcelona –México 1988, 171

4 – Miller J-A, L’UNO-TUTTO-SOLO, Casa Editrice Astrolabio Roma 2018, pág. 43

5 – Lacan Jaques, Encore, Ëditions du Seuil Paris, pág. 131

6 – Miller J-A, L’UNO-TUTTO-SOLO, Casa Editrice Astrolabio Roma 2018, pág.82

7-Miller J-A, L’UNO-TUTTO-SOLO, Casa Editrice Astrolabio Roma 2018, pág. 97

8- Lacan Jaques, Encore, Ëditions du Seuil Paris, pág. 130

9 – Lacan Jaques, Radiofonía, Editorial Paidos  Buenos Aires- Barcelona-México 2012, pág. 431

10 – Lacan Jaques, Le Sinthome, Editions de Seuil 1999, pág. 17

12Lacan Jaques, Encore, Editions du Seuil Paris, pág. 118