«LO TRÁGICO BAJO SOSPECHA». Jornadas EOL SLP. 26 de octubre. Trabajo Libre
Javier García
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Todo lo trágico se basa en un contraste que no permite salida alguna.
Tan pronto como la salida aparece o se hace posible, lo trágico se esfuma
J. W. V. Goethe (1924)
Quisiera plantear tres aspectos de la ficción trágica. En primer lugar, el surgimiento de la tragedia como una invención inédita dentro de la cultura. En segundo lugar, considerar lo trágico no solo como una narrativa de sufrimiento y destino fatal, sino también como un mecanismo que introduce al sujeto en lo trágico. Finalmente, un tercer aspecto: la relación entre la ficción trágica y el efecto poético entendido como un artificio capaz de incidir en un modo de goce, ofreciendo al sujeto una vía para reconfigurar su relación con el deseo y la castración.
La tragedia: Una invención
Jean-Pierre Vernant y Pierre Vidal-Naquet sostienen que la tragedia, desde sus orígenes, debe ser entendida como una invención en pleno sentido del término. (1) Para ellos, la novedad de la tragedia se manifiesta en tres áreas que han modificado el horizonte de la cultura: la primera se refiere al ámbito social: donde la ciudad que se convierte en teatro que se escenifica a si mima; la segunda: a las formas literarias como género poético, escrito para ser visto y oído. Por último, en el ámbito de la experiencia humana, con el surgimiento de una «conciencia trágica” donde el hombre y sus actos se perfilan problemáticos, “como preguntas sin respuesta, como enigmas cuyo sentido queda siempre por descifrar”. (2)
La ficción trágica, entonces, no solo narra, sino que interroga al sujeto, revelando su condición problemática en relación con el destino y el sentido de sus actos.
Lo trágico y su mecanismo
Clément Rosset (3) insiste en vaciar la significación trágica de toda interpretación o justificación causal, resaltando que lo trágico es intrínseco a la condición del ser, a lo real del ser. Para Rosset, «lo trágico no aparece sino cuando nos representamos retrospectivamente el mecanismo trágico y no cuando lo vivimos». (4) Es decir, lo trágico, desafía la linealidad del tiempo bajo un mecanismo que fija al sujeto en una temporalidad, presentando una simultaneidad de vida y muerte, de ser y no ser.
Desde esta perspectiva, lo trágico, más allá del género literario, se produce en el fugaz acontecimiento, lo que está ahí, dado en el puro azar: el hecho consumado por definición y ajeno a toda causalidad.
Un efecto de poesía (trágica)
Entre 1932 y 1935, Salvador Dalí escribió el manuscrito original del libro El mito trágico de El Ángelus de Millet, inspirado en la imagen del célebre cuadro que, según él, se le apareció súbitamente en el verano de 1932. “La obra –dice Dalí– se me convierte de súbito en la obra pictórica más turbadora, la más enigmática, la más rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido». (5) Dalí pone al descubierto una trama insospechada de muerte y deseo sexual bajo la aparentemente tranquila escena pastoral del cuadro.
La interpretación de El Ángelus no es simplemente una reinterpretación estética para revelar su dimensión trágica, más bien: «El terror que nos causa su aparición (…) se corresponde al terror de la muerte que no puede ser otra cosa que la consecuencia de ese acto feroz, eminentemente trágico y desproporcionado para mis capacidades fisiológicas y vitales (…) Siempre había pensado que el destino macho de la mantis religiosa ilustraba mi propio caso frente al amor”. (6) Conectando así la imagen con sus propias asociaciones paranoicas, en las que la figura femenina del cuadro encarna la madre castradora, mientras que la figura del hombre, el destino trágico del hijo. Esta narrativa trágica, cargada de contenido delirante, es explorada por el artista en diversas obras y, en particular, en este libro.
Es aquí donde Dalí produce lo que Jacques-Alain Miller, en El ultimísimo Lacan, describe como una íntima relación entre lo real del trauma y la escritura: «Lo real produce traumatismo e instala un agujero que fuerza una nueva escritura». (7) En El mito trágico de El Ángelus, lo real del trauma -la muerte del hijo, la castración materna- perfora el sentido bucólico e inocente del cuadro, introduciendo una narrativa trágica en la obra.
A través de la escritura, opera una reducción que vacía el sentimiento trágico que intenta transmitir. Como señala Miller, este forzamiento genera un efecto poético, en el que «se produce un efecto de sentido, pero también, al mismo tiempo, un efecto de agujero, un vaciamiento». (8)
De este modo, podemos considerar el uso de la ficción trágica como un artificio capaz de generar un efecto poético que trame lo real y el sentido.
Esto es, precisamente, lo que el artista enseña al hacer pasar la escritura de lo trágico a través del agujero de la relación sexual.
Notas
(1) Vernant, J-P./Vidal-N., P.: Mito y tragedia en la Grecia antigua, Tomo II, Taurus ediciones, Madrid, 1989, pág. 23
(2) Ibíd
(3) Rosset, C.: La filosofía trágica, El cuenco de plata, Buenos Aires, 2010
(4) Ibíd, pág. 17
(5) Dalí, S.: El mito trágico de El Ángelus de Millet, Tusquets editores, Barcelona, 1989, pág. 25
(6) Íbíd, pág. 84
(7) Miller, J-A.: El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2013, pág. 78
(8) Ibíd, pág. 162