por Soledad Salvaré
XXII Jornadas Nacionales de Carteles de la EOL – La Plata, 28 de septiembre de 2013
Cartel: Lo real en el siglo XXI.
Rasgo: El goce.
Abstract: El goce elegido como rasgo me permitía continuar los recorridos por el saber realizados en los años precedentes, sobre el objeto a, la angustia y el goce. A partir de la pregunta: ¿cómo impactan las palabras en el cuerpo? , y orientada en la lectura por lo planteado por Miller en su conferencia sobre Lo real en el siglo XXI, retomaré algunas citas del seminario XX de Lacan intentando situar una articulación posible entre el significante lo real y el goce.
Siendo ésta mi primera experiencia en un cartel, lo que podría destacar como efecto subjetivo es la producción de un cambio en la relación al saber. Algo de la causa se encausó. De ésta experiencia, comparto con ustedes el saldo de saber y en sus bordes las nuevas preguntas.
El encuentro con la conferencia de Miller sobre “Lo real en el siglo XXI” tuvo para mi el efecto de sorpresa, y abrió nuevos interrogantes.
Recorto de dicha conferencia lo que él interpreta como un cambio de dimensión en la enseñanza de Lacan, con la introducción del término de lalengua. Resalta de ella la contingencia y el azar, diferenciándola así del lenguaje con sus leyes. Lo real aquí aparece como contingente, y sin sentido.
Se vale de los testimonios del pase para señalar el acceso, a través de la experiencia analítica, a ese real que se desdibuja como el puro encuentro con lalengua y sus efectos de goce en el cuerpo. Un real que se separa del saber ficcional producido a posteriori y a cuenta de él.
Juntura entonces entre real y goce, lalengua como concepto, se añade a mi causa cómo pregunta: ¿Por qué se le hace necesario a Lacan introducir ese neologismo? Ubicaré algunas referencias del Seminario 20 de Lacan que me permitieron pensar el marco en el que sitúa éste concepto.
Aun, Encore , “en corps”, “en cuerpo”; desde el título Lacan juega con la homofonía. ¿Pero de que cuerpo nos habla allí? Se trata del cuerpo vivo como condición del goce. Y el gozar como propiedad de esa sustancia. “Se goza, señala contundentemente, corporeizándolo de manera significante” (1).
El significante queda situado a nivel de la sustancia, causando el goce. Presenta así un doble movimiento en tanto ese significante deja la huella de goce en la sustancia, y a su vez ese goce circulará por los diferentes efectos de sentido en los que aparecerá fijado y fragmentado. “El significante entonces es causa de goce en el cuerpo y causa del sujeto en el discurso” (2).
Es hacia el final del seminario cuando presenta lo que él llama su hipótesis: “el individuo afectado de inconsciente es lo mismo que hace lo que yo llamo sujeto de un significante” (3). El sujeto del significante como tal es una hipótesis, pero aquí aparece situado en el individuo afectado en su cuerpo.
Ahora bien, como define Lacan en éste seminario ese significante que impacta primordialmente, eso que llama lalengua? En primer instancia la nombra materna, “el asunto de cada quien”, y la separa de la comunicación. Destaca el efecto de afecto en el cuerpo, afectos que permanecen enigmáticos dirá, “el Uno en tanto enjambre significante, un enjambre zumbante…encarnado en lalengua es algo que queda indeciso entre el fonema, la palabra, y aun el pensamiento todo” (4). Aquí no hay sentido, ni un querer decir que se encarne. El azar y la contingencia inauguran la constitución misma del parletre.
El lenguaje es una elucubración de saber sobre lalengua, se construye a partir de ella y es el aparato a partir del cual se apareja el goce en el ser que habla. El inconsciente deviene así en un saber hacer con esa lalengua singular de cada uno, y en tanto estructurado como un lenguaje, podrá ordenarse como discurso en la experiencia analítica.
El discurso analítico dice Lacan, se sostiene con el enunciado de que no hay relación sexual, de que es imposible formularla. Allí lo real como imposible de ser nombrado, lo que no cesa no escribirse. La contingencia por el contrario es lo que cesa de no escribirse. “No hay allí mas que encuentro, en la pareja, de los síntomas, de los afectos, de todo cuanto en cada quien marca la huella de su exilio, no como sujeto sino como hablante, de su exilio de la relación sexual” (5).
Para finalizar, nuevos interrogantes:
¿Cómo podemos pensar lo traumático de éste impacto inaugural de lalengua, y a su vez como se presenta en el proceso mismo del análisis?
¿Cómo juega en el marco de la experiencia analítica la dimensión de lo real como contingente, la dimensión del encuentro azaroso y lo que a partir de allí puede ordenarse?
Notas
(1) Lacan, J: El Seminario Libro XX, Aun, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2007, pag. 32.
(2) Miller, J.-A.:“Sutilezas analíticas”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2011, pag. 278.
(3) Lacan, J.: Seminario XX, Ed. Paidós, Buenos aires 2007,pag. 171.
(4) Ibíd, pag. 172.
(5) Ibíd, pag. 175.