ESCRITURAS ORDINARIAS
María del Pedro
“Se puede hablar de un mal del escribir.
No es sencillo lo que intento decir, pero creo que es algo en lo que podemos coincidir, camaradas de todo el mundo.
Hay una locura de escribir que existe en sí misma, una locura de escribir furiosa, pero no se está loco debido a esa locura de escribir. Al contrario”.
Escribir, Marguerite Duras.
Esta onceava edición del blog lleva como punta de lanza los escritos en relación al también onceavo Congreso de la AMP: “Las psicosis ordinarias y las otras, bajo transferencia”, celebrado en Barcelona entre el 2 y el 6 de abril. Actividades preparatorias y Ecos nos acercan al tema. Le siguen los trabajos sobre las Noches de Directorio –que versan sobre el diagnóstico y la cura en la perspectiva del control–, de Carteles –donde tuvimos el placer de escuchar sobre el singularísimo Cartel del Pase y sobre autismo– y de Biblioteca –con su irónica pregunta: Qué traduce el traductor. Y sin darnos cuenta, antes de cerrar la edición, estamos nuevamente en Preparatorias, actividades que conducirán a las próximas Jornadas Anuales de la EOL.
Me gustaría que este editorial sirva para captar lo revelador que puede resultarnos seguir el rastro de, como ejemplo, las psicosis ordinarias (lo mismo podríamos decir respecto del tema de las traducciones, ¿qué se traduce?). Es, en todo caso, una manera en la que nos acercamos a las cosas y las iluminamos, al material con el que trabajamos los psicoanalistas y al modo en que lo hacemos.
Pero volvamos a las psicosis ordinarias puestas, esta vez, en primer lugar. Y no solo como fenómeno clínico, sino más bien como un faro que ilumina la actualidad. Si la condición humana requiere de una escritura, de ese punto de apoyo, resaltemos estos modos “ordinarios”, actuales, de inscripción.
Ordinario es un término poco atractivo, suena a vulgar. Cada vez que hacemos el esfuerzo de explicar su contrapunto con lo extraordinario, logramos que se lo escuche como algo favorable (basta hacer sentir lo catastrófico que puede resultar –para un ser hablante– una conmoción de carácter “extraordinario”). Digamos que resulta particularmente conveniente para el entendimiento de una época, la nuestra.
¿Por qué las psicosis ordinarias reflejarían algo de la época? Es entonces que vamos tras aquellas escrituras que nos permiten extraer un saber orientador. Recorto del Eco de Gabriela Rodríguez: “Y habrá entonces arreglos discretos como sostenes, que duran lo que duran, porque ciñen, amarran, anudan, escriben, fijan algo, sostienen al tomar cuerpo (…) Quién sino aquellos hablaseres ordinarios… anoticiados antes que la época de la inexistencia de una carretera principal, con sus menudas invenciones, nos habrán de orientar sobre este Otro inestable que por contemporáneo nos es completamente obscuro, respondiendo de manera “ejemplar” a la pregunta acerca de cómo algo se sostiene”.
Las fotografías que acompañan a los textos fueron realizadas por Laura Arroyo. Las imágenes fijan un sentido, es algo que se escucha a menudo, ¿pueden también equivocarlo? Es sólo una pregunta que puede ser considerada al momento de disfrutar de esta selección.
Se agradece a los autores de los textos y a sus futuros e interesados lectores.
¡Pasen y lean! Que leer es escribir.