SEGUNDA NOCHE PREPARATORIA A LAS VI JORNADAS ANUALES: INTERPRETAR LA VIOLENCIA- VIOLENCIAS – EOL Sección La Plata, 7 de agosto de 2019
Graciela González
Quiero mencionar el efecto que me produjo el extraordinario video (1) de presentación elegido por quienes están organizando nuestras VI Jornadas anuales “Interpretar la violencia” y la magnífica fotografía del afiche.
Desde la invitación hasta hoy, el impacto de esas imágenes se fue tejiendo con la lectura. Del modo más elocuente creí entender cuando lo vi que ahí se figuraba perfectamente el muro de las más brutales violencias: la segregación. Ese mismo muro que es para cada uno, el odio.
¿Qué sería interpretar cuando reina la violencia, sin palabras?
Voy a tomar del índice razonado la referencia de Lacan “Nota sobre el padre”:
“Creo que hoy en día, el rastro, la cicatriz de la evaporación del padre, es algo que podríamos poner bajo la rúbrica y el título general de la segregación”(2).
Cicatriz, segregación y todo
En Revista Lacaniana, la referencia se presenta como, inédito de Lacan, breve y premonitora nota sobre el padre de 1968. Una lectura premonitoria, acompañada del anticipo de Miller sobre “Un esfuerzo de poesía”, donde advierte de un retorno feroz del S1, “hoy asistimos al gran retorno de las fórmulas edípicas de Lacan. Todo x Fi de x, y la excepción existe uno que no (…) Cuando tratábamos acerca de El Otro que no existe (…) asistimos más bien a un retorno sensacional del discurso del amo” (3). Lo señala también Di Ciaccia en su comentario, “el riesgo es “caer en soluciones que no son sino aquellas cicatrices, de actuales formas de segregación en lo real” (4).
Indart se suma a la serie de reflexiones sobre esta Nota: la segregación viene a responder al universalismo científico, señalado también por Naspartek. La potencia del Uno que se pone al servicio de la tecnología científica y la homogeneidad. Entiende que este rasgo segregativo referido a la cicatriz persiste y se expande, al mismo ritmo que la apertura global.
Me pregunto ¿Se trata de una segregación irreductible?, ¿Se funda en la lógica masculina, del todo y la excepción?
“En cuanto al “existe al menos uno que no”… es fórmula a pensar como necesaria, algo que no cesa de inscribirse y eso da a la cicatriz de la evaporación del NP mucha fuerza” (5).
La “Nota sobre el padre” sigue: “Lo que caracteriza nuestro siglo, y no podemos dejar de percibirlo, es una segregación ramificada, acentuada, que se entremezcla en todos los niveles y que se multiplica cada vez más las barreras” (6).
Diré que Lacan comienza esa nota subrayando la importancia de ver en la obra de Freud el polimorfismo de lo que atañe a esa relación al padre. Para él, el mito de Edipo no va de suyo. Lo reformuló con la metáfora paterna, clave del orden simbólico y consecuente con la subjetividad de una época constituida por un significante amo que organizaba el lazo social y distribuía el campo del goce, sobre el no hay relación sexual. Sin olvidar que la originalidad de Freud es fundar el padre no en el amor sino en el odio, “sobre la rabia del padre, en los dos sentidos del término” (7) . Pasa entonces a destacar no tanto la evaporación, como su cicatriz. Es su punto álgido, el rastro que dejó bajo el nombre de segregación, retorna, se ramifica, se multiplica. Una segregación generalizada podríamos decir hoy, y basta leer las noticias.
Es a partir de las consideraciones sobre el odio que“Freud va a poder intervenir en el debate de los crímenes de la civilización a partir de la 1° guerra mundial, sus consecuencias desastrosas para su familia…examinar el lazo social, evidenciando la función del odio y del asesinato disimulados en idealizaciones de ese lazo”(8). Continuará indagando los mecanismos de la pulsión de muerte donde el odio y la violencia encuentran su lugar.
¿Si la cicatriz del padre retorna en segregación, se repite cada vez en la lógica del todo, entonces el odio al funcionar del lado “todo” de esa fórmula, retorna en violencia, hay la posibilidad de sintomatizar ese odio, aunque irreductible? “Si el Otro está en mi interior en posición de extimidad”(9) ¿No es acaso también mi propio odio?
Marie Helene Brousse, responde: “A la orientación segregativa, el psicoanálisis responde entonces con la subversión, la del goce por el deseo cuya causa aparece, desanudada. Al universalismo inexistente desde que la ciencia tomó el comando de los asuntos humanos, el del Uno necesario para fundar un todo, lo sustituye la singularidad de cada uno de los Unos-solos que son los parlêtres” (10). Y afirma “La segregación es siempre una violencia hecha al cuerpo, implica una lógica de apropiación o de desaprobación que estimula hoy en día las locuras identitarias”.(11)
De mi parte agregaría que esa singularidad de los Unos-solos que son los parlêtres, Lacanlos acompañará escribiendo dos modos de goce que suplen el no-hay-relación-sexual y que no se recubren entre sí. Del lado hombre, inscribe: el “todo” que reposa sobre la excepción,Existe al menos un x que dice no a la función fálica. En al menos un x que dice que no a la función fálica, “es lo que se llama la función del padre,de donde procede la negación la proposición Φx, que funda así el ejercicio de lo que, con la castración, suple la relación sexual, en tanto ésta no puede inscribirse de ningún modo” (12) .Del lado femenino, escribe el no-todo. “Lacan insiste mucho en que en esta inscripción hay una especie de azar electivo, en cada cual, y no tiene ninguna coincidencia con lo anatómico (…) no todo, es un no en la función, como si fuera un no en el predicado (…) queda ilimitado y abierto” (13)
Esa lógica no toda, sería una respuesta posible al absoluto, alternativa al todo que subyace en la lógica segregativa.
Equivocar el goce.
Con la palabra que hiere: segregación que remite a la expulsión, cada parlêtre hace su propia resonancia. Cuando S. Hommel (14) habla de los tiempos del nazismo, refiriéndose a la lengua alemana (vociferación de Hitler) dice que la trieb, con la cual nombra Freud a la pulsión contiene trieben, expulsar, vertrieben…usado por Hitler. Toma ese ejemplo para remitirse a cómo las palabras tocan el cuerpo, su costado de goce mortífero, su repetición.
Guy Briole, testimonia: “me permití separarme de un goce que había permanecido ignorado y cuyo soterramiento se reforzaba mediante la demanda reiterada a los otros, de que respondan por lo que habría causado la guerra. Retorna al sujeto la cuestión de dar cuenta de lo que él hizo de ese real mediante el cual se hystorizó a partir de ese S1 que le venía del Otro –hijo de condenado a muerte- que lo llevó a identificarse con un niño judío destinado al sacrificio. Al final del recorrido, el pase lo conduce a esa zona del Uno-solo, es decir, adonde ya no nos apoyamos en ser justificados por el Otro, sino como responsables de lo que hacemos. Esa soledad, esa soledad que podemos declarar deseable, no es por exclusión ni por excepción. Ella exige nuevos anudamientos, ingeniándoselas con lo imposible del final” (15).
Para Lacan, “El equívoco, como única arma contra el sínthome” (16). Esa frase, radicaliza las elaboraciones de Lacan en la “La tercera” y anticipa el lugar en “L’insu…”
¿Qué de la interpretación por el equívoco hace operativa su función, e incide en el síntoma, la pulsión de muerte o el odio que anida en las violencias segregativas?
Misteriosa cualidad, juego de significantes de “doble sentido” (17), que funda una práctica de la interpretación al final de la enseñanza con un efecto Otro, que contrarresta la deriva de sentido y la pulsión de muerte que lo constituye como tal. Síntoma, que ya es una respuesta al no hay relación sexual.
“Si en lo simbólico apresamos algo mediante (…) el juego de palabras, el equívoco -que implica la abolición del sentido- entonces todo lo que concierne al goce, en especial al goce fálico, puede ser apresado” (18). Define al síntoma como “irrupción de esa anomalía en que consiste el goce fálico”(19). Y enfatiza que él no se reduce sólo al lado fálico-pulsional. Precisión con la que indica que el equívoco “siempre debe ser el ready-made de Duchamp” (20). ¿Qué enseña esa indicación cuando dijo que -el síntoma no se reduce todo al goce fálico?
Los goces en la escritura del nudo RSI, distribuyen su economía: fálico, fuera de cuerpo, entre S/R y fuera de lo imaginario. Y un goce en el cuerpo, entre I/R fuera de lo simbólico del que nada podríamos decir, pero “se siente”
Vitale, pondera “los poderes del equívoco no en relación al trabajo de desciframiento sino de su utilización en el punto justo en que dicha tarea encuentra su límite” (21).
¿Cómo se produce ese goce indecible que se siente en el cuerpo, consistencia y límite?
Gasbarro, testimonió sobre el axioma fantasmático, hizo equívoco sobre el síntoma mismo, con el equívoco it´sclosed/it´sclosen(un cierre irregular). La interpretación del analista aprovechó el equívoco, apuntando a una pregunta por lo femenino, que nombra “el goce del deslizamiento” (22). ¿Cómo se produce, un goce Otro, que incide en el tratamiento del goce fálico cuando éste se cierra/close, del lado fálico? El equívoco introduce allí un vacío, hace resonar otra cosa fuera de lo simbólico.
Sucesión de equívocos, posible por el deseo del analista que da en el blanco, vacío que equivoca el goce. Al decir de Lacan“una interpretación acertada alcanza un síntoma, que la verdad se especifica por ser poética»(23) y como señala el argumento* “sentido, al mismo tiempo, un agujero, un sensblanc” (24).
Notas
1 Video “Interpretar la violencia” Jerónimo Carranza, Director de la propuesta audiovisual. Realización audiovisual que él produjo inspirada en la obra del Grupo Escombros, con la participación de la actriz y bailarina Julieta Ranno. https://www.youtube.com/watch?v=BBmgTWhkus4&feature=youtu.be
2 Lacan, J.: Nota sobre el padre, “Carta al padre”, Revista Lacaniana de psicoanálisis n° 20, EOL Año XI, Buenos Aires, junio 2016, grama, pág. 9.
3 Miller, J-A.: Un Otro que existe un esfuerzo de poesía, “Carta al padre”, Revista Lacaniana de psicoanálisis n°20, EOL Año XI, Buenos Aires, junio 2016, grama, pág.13.
4 Di Ciaccia, A.: Una carta, “Carta al padre”, Revista Lacaniana n° 20, EOL Año XI, Buenos Aires, junio 2016, grama, pág. 33.[1] Indart, J. C.: Sobre la cuestión del padre, “El racismo que me habita”, Revista Lacaniana de psicoanálisis n°21, EOL Año XI, Buenos Aires, octubre 2016, grama, pág.116.
5 Indart, J. C.: Sobre la cuestión del padre, “El racismo que me habita”, Revista Lacaniana de psicoanálisis n°21, EOL Año XI, Buenos Aires, octubre 2016, grama, pág.116.
6 Ibidpag 9
7 Laurent, E.: “Psicoanálisis y Política”, El goce sin rostro, Tres Haches, Buenos Aires, 2010, pág. 33
8Ibíd, pág. 33.
9 Miller, J-A.: “Racismo”, Extimidad, Paidós, Buenos Aires, 2010, pág. 55.
10 Brousse, M.H.: “Segregación versus subversión”, Inéditos de la AMP, Revista de la Orientación Lacaniana, México, 2018.
11Ibíd.
12 Lacan, J.: Lacan, J.: El Seminario, libro 20, Aún, Paidós, Buenos Aires, 200, pág. 96.
13 Indart, Juan Carlos, Curso sobre El seminario 20, Aun, de J. Lacan, “Una carta de almor”. Clase 7, 16/09/10, inédito.
14 Brousse MH.:“Una historia familiar en los tiempos del nazismo”,Hommel, S., El psicoanálisis a la hora de la guerra, Tres Haches, 2014, pág. 87.
15 Brousse, MH.: “En las fauces de la guerra: arrancamiento”,Briole, G., El psicoanálisis a la hora de la guerra, Tres Haches, 2014, pág.105[1] Lacan, J.: El Seminario, libro 23, El Sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2015, pág. 17.
16 Lacan, J.: El Seminario, libro 23, El Sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2015, pág. 17
.17 Lacan, J.:“La estafa analítica”, texto establecido por Miller, Hacia un significante nuevo, clase del Seminario de L’insu qui sait de l’unebévues’ail a mourre de 1976-1977, Revista Lacaniana de psicoanálisis, n°25, Año XIII, EOL, Buenos Aires, 2018, pág. 15.
18 Lacan, Jacques, “La tercera”, Revista Lacaniana de psicoanálisis, Año X, noviembre 2018, n° 18, EOL, grama, Buenos Aires, pág. 28.
19 Ibíd., pág. 29.
20 Ibíd., pág. 29.
21 Vitale, F.: “El Sinthome, y sus goces”, El problema de Lacan, Colección Orientación Lacaniana, grama, Buenos Aires, 2011, pág. 130.
22 Gasbarro, C.:“Equivocar el síntoma”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis, Año XI, N° 23, octubre 2017, grama, Buenos Aires, pág. 96.
23 Lacan, J.: El Seminario, XXIV, “L’insu que sait de l’Unebévue…”, inédito.
24 Miller,J-A.: El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2012, pág. 142. (subrayado, extraído del argumento para la Jornada anual de La EOL-Sección La Plata, 2019).