Cierre de las III Jornadas de la EOL Sección La Plata

11-cierre-iiijornadas-mrIII JORNADAS ANUALES DE LA EOL SECCIÓN LA PLATA. EL PODER DE LOS OBJETOS. EL RÉGIMEN DE LA PULSIÓN EN LA SOCIEDAD VIRTUAL, 3 de diciembre de 2016

 

Marina Recalde

 

Agradezco a los colegas de la Sección La Plata la invitación a participar en esta Comisión Científica con mis dos compañeros de ruta, Cecilia Fasano y Jorge Luis Santopolo, con quien fue un placer trabajar.

Hace varios meses atrás, presentábamos el “Argumento” que fue el puntapié inicial para ponernos todos al trabajo.

Estas Jornadas, no milenians (según pudimos aprender hoy con Fabián Naparstek) fueron un éxito: 35 trabajos presentados, alrededor de 300 inscriptos, alegría, conversaciones, música y balcones, preguntas, debate, en fin, agite. De gente no envejecida, es decir, que no se detiene. Así que, hay agite.

¿Qué nos propusimos en ese entonces? Revisar las doctrinas de la pulsión del psicoanálisis para abordar los objetos de la pulsión que nos impone la era virtual.

¿Qué aprendimos? O al menos ¿qué aprendí yo?

¿Cuál sería el poder de los objetos? Precisamente aquél que el sujeto, vía la pulsión, le otorga. Es el sujeto el que empodera los objetos, al gozar fanáticamente de estos objetos que a veces lo alienan.  Pero también ese exceso lo que sitúa es una función del objeto para cada sujeto.

Hay un punto que me parece fundamental destacar y que entiendo las Jornadas han sido un espacio privilegiado para ponerlo de relieve. Me refiero a nuestra posición como analistas en las curas que dirigimos. Hoy ha sido una muestra de ello. Si no me equivoco, 16 de los trabajos presentados fueron recortes clínicos.

Entonces, por un lado, se trata de una apuesta analítica. Una apuesta para incluir ese objeto, ese gadget con el que el sujeto (y nosotros también, no lo neguemos) goza sin parar. Hoy Graciela Brodsky se preguntaba en su ponencia: ¿cuál es nuestra época?, y en la sala sonaba sin cesar un celular. Un celular de alguno de nosotros. Y ella se respondió allí: ¡esa es nuestra época!

Entonces, es una apuesta hoy incluir ese objeto, digo, en la transferencia. Como analistas y como analizantes. Varios trabajos de los hoy presentados tocaron este punto que incluyó este desafío.

Tomo una frase de Jacques-Alain Miller, que me interesó mucho, y que retoma Leonardo Gorostiza en una entrevista que se le hiciera a propósito de la preparación de estas Jornadas, cuando situó que a nivel de la pulsión y de su satisfacción el sujeto siempre es feliz. En ese nivel de satisfacción, todo es éxito. Todo es logro. Y entonces en tanto tal desconoce lo imposible.

Y precisamente el punto es ese. Cómo ir a contrapelo de ese empuje de la sociedad virtual, de lo actual, que aún es difícil de pensar, porque siempre va un paso adelante, pero que nos da algunas pistas. Y será el analista, decía Leonardo, quien con su intervención debe introducir la dimensión de lo imposible. Precisamente, pienso, para que el sujeto no quede atrapado en las redes del binario impotencia-omnipotencia. Lo imposible es lo más difícil de soportar. Los testimonios de Angélica Marchesini y Cecilia Gasbarro y la interlocución de Mauricio Tarrab y Leonardo Gorostiza, hoy dieron cuenta de ello. Y a veces (a veces) los objetos, mejor dicho, el uso que a veces se hace de ellos, nos dificultan soportar precisamente que la relación sexual no existe, aunque parezca. No nos oponemos a los celulares ni a las computadoras, ni a las redes, ni a nada de eso. Sería una necedad. Y además estéril.

Los 35 trabajos presentados hoy dan cuenta de esto y nos advierten del riesgo de caer nosotros mismos en una generalización del estilo «usar objetos tecnológicos es malo», y nos alertan para no dejarnos arrastrar nosotros mismos por los prejuicios y poder así también alojar a esos sujetos ya no clásicos que nos consultan día a día.

Ahora bien, para ser breve y concluir. Estas III Jornadas de la EOL Sección La Plata, históricas, acaban de pasar. Y fueron históricas porque se produjo la primera permutación de Director (Eduardo Suárez) y el Directorio, y asumió el nuevo Director (Christian Ríos) en una bella transición que incluyó aguja de crochet para seguir la trama. También es emocionante en lo personal, ya que precisamente estuve aquí en la inauguración, dando mi tercer testimonio.

Fueron Jornadas donde hubo mucha producción clínica, que es la que más me interesa.

Y quedó puesto de relieve por qué decimos que la orientación lacaniana tiene algo para decir y para hacer, como revés de ese empuje contemporáneo al que nos oponemos para no dejarnos nosotros arrastrar también por las coordenadas gozosas imperantes y que empujan a homogeneizar. Solo así, recortando al sujeto de la masa universalizante, que es necesaria para alojarlo pero que a la vez no es suficiente para escucharlo en su singularidad, es que podremos sostener, si todo va bien, el psicoanálisis de la orientación lacaniana en pleno siglo XXI. Aquél desde el cual estuvimos hoy hablando aquí, sobre el poder de los objetos y el régimen de la pulsión en la sociedad virtual. Gracias.