Argumento IX Jornadas de la EOL Sección La Plata. Por Germán Schwindt

Germán Schwindt

La práctica analítica puesta en cuestión, en tanto cada invitación a estudiar, releer, extraer consecuencias, tomarse un tiempo, es un llamado –el nuestro, en esta ocasión– para considerar algún matiz pasado por alto, un detalle a subrayar, un encuentro con una frase distinta.

Entre lo mismo y lo distinto, entre el hábito y lo inhabitual, entre lo presupuesto y lo sorpresivo, entre lo que sostiene el desliz y lo que lo interrumpe, transcurren las vidas de quienes, en algún momento crucial, en una encrucijada, se dirigen al psicoanálisis como discurso primero, hacia alguien que se haga agente de tal discurso, después.

Lo diverso, como cualquier significante en su equivocidad, podría sellar su signo si le aproximamos alguna semántica, preferimos desgranarlo, por distinto y por método: diversión analítica. Así pues, si a diverso lo equiparamos a los comienzos de la práctica, podríamos invitar a escribir solo sobre un eje: “las diversidades” en el plano de las identidades y las identificaciones, nuevos modos de presentación ¿desclasificatoria o clasificatoria? Si apuntáramos hacia lo último, nos precipitaríamos hacia lo que un análisis propende en la producción de lo singular, en el arco hay matices inexplorados de lalengua.

Tomemos nota, hay tiempos lógicos que se correlacionan con temas de reflexión sobre la experiencia analítica. A sus 67 años Jacques Lacan con su “Propuesta”, a sus 81 años Sigmund Freud con su “Análisis terminable e interminable”, presentaron marcas que pueden ser leídas en términos de extensas casuísticas, la de Lacan y la de Freud, en las que ambos precipitaron –como en un líquido se precipitan las partículas sólidas– preguntas sobre análisis que habían llevado y llegado, a su tiempo de concluir. Este año nuestra Escuela de la Orientación Lacaniana cumplió 30 de su fundación, ha habido tiempo para que algunos análisis concluyeran, a su vez siendo una comunidad porosa y activa, colegas que comienzan su práctica atraviesan sin duda, otras experiencias; aunque si llevamos al extremo que cada sesión es una nueva sesión, cada practicante puede abrirse a ¿lo distinto, lo diverso?, cada vez que recibe a alguien.

Así pues, en medio de la reflexión colectiva y particular, sobre lo terminable y los comienzos de cómo se analiza hoy, es posible retomar la afirmación que puso la Escuela a tratar en sus Primeras Jornadas del año 1992: “Lo que no se sabe”.

¿Qué de lo singular, qué de lo diverso, encuentran los practicantes de la Sección La Plata de la Escuela de la Orientación Lacaniana cuando comienzan los análisis y más allá?